viernes, 4 de octubre de 2019

La gente sí lee: propuesta de re apertura de la biblioteca de la UE Francisco García Jimenez "Tío Paco" de Fe y Alegría

Me pidieron que escriba un artículo sobre el proceso de reactivación de la Biblioteca de la Unidad Educativa Francisco García Jiménez "Tío Paco", de Fe y Alegría Guayaquil (Av. Casuarina junto a Hogar de Cristo, a la entrada de la Coop. Sergio Toral). 

La población a la que atendemos son aproximadamente 892 estudiantes, de los cuales la mitad son adolescentes entre los 12 y 17 años. Si bien la iniciativa nació pensando los adolescentes, en la actualidad también está dando grandes resultados con los niños.

Sobre Fe y Alegría
Fe y Alegría trabaja con personas de escasos recursos económicos. Se concibe como un Movimiento de Educación Popular. Esto quiere decir que considera que el contenido de su trabajo es elaborado junto con la comunidad de personas a las que sirve (como una forma de participar de la transformación de la sociedad).

También cabe decir que Fe y Alegría forma parte de la red de Colegios de la Compañía de Jesús. Sin embargo, se distingue de esta red en un matiz religioso: si bien su propuesta educativa está impregnada de los valores del Evangelio -marcada por la espiritualidad ignaciana-, no está marcada por una orientación católica para todos sino por una perspectiva abierta al trabajo con otros credos (que, generalmente, son de práctica evangélica).

Sobre el contexto de la Unidad Educativa
Respecto a la realidad de las familias del centro: los estudiantes pertenecen a familias con dos características peculiares para mí que no soy un investigador formal: la primera, de carácter más común, es una situación económica vulnerable. Esto es: los padres de muchos jóvenes sostienen a sus familias con un sueldo básico por cada uno de los integrantes (cuando lo hay) o también sostienen a sus familias desde ingresos de carácter irregular (por ejemplo, albañilería); en segundo lugar, los hogares de algunos de ellos cuentan con espacios limitados para el estudio o momentos de mayor privacidad personal.

Respecto al contexto de los jóvenes. Aun me encuentro conociendo el mundo de ellos pero noto que no hay muchas propuestas de fácil acceso en el entorno. Sus riesgos más visibles suelen estar vinculados con las drogas, el alcohol y los embarazos precoces. Es curioso para mí que en el centro educativo no percibo dinámicas violentas entre jóvenes (al menos de carácter fuerte y marcado) pero sí una especie de abulia sobre su futuro o resignación y desconocimiento de dinámicas cotidianas de la ciudad o el país.

La iniciativa de re apertura de la biblioteca responde a varias motivaciones diferentes vinculadas a los problemas mencionados pero podría resumirlas en dos: el gusto por promover lectura, como espacio de exploración del mundo y ejercicio de las facultades  y, la repetida impresión de que a los jóvenes les hace bien un espacio al que puedan llegar para descansar, investigar, crear, conversar y explorar(se).

El proceso: primera etapa
1. La biblioteca del centro educativo existía físicamente. Tenía libros, estantes y espacio. Sin embargo, era una bodega cuando la conocí. No contaba con un responsable formal y, por el lado de los docentes, percibí el fuerte ajetreo de la rutina de clases. De ahí que no parecía viable que la iniciativa fuera a prosperar desde la dinámica común de la unidad educativa. 

Llegué a finales de ciclo lectivo 2018 y manifesté mi interés en re abrirla para el próximo ciclo lectivo, si lograba demostrar un interés lector en el plantel. La idea fue aprobada y puse manos a la obra. No había recursos pero eso ya lo sabía. Experiencias previas me habían demostrado que hallaría el camino para reabrir un espacio como este, que siempre es una necesidad sutil.

Comencé tomando una mesa rota (es lo que había y me pareció perfecto para probar mis ideas) y seleccioné algunos libros vistosos de la biblioteca-bodega.  Los puse sobre la mesa de manera visible, así desde lejos y desde cerca sería fácil para cualquiera ver que algo se ofrecía ahíTambién elaboré un sistema de préstamos ágil y vistoso: una pluma, papel y un pedazo de cartón que sirviera de soporte. La información a llenar: nombre y curso del estudiante, nombre del libro, fecha del préstamo. Todos datos sencillos y relevantes.





Junto con Jose, voluntario VOLPA de ese tiempo, sacamos la mesa de libros en tiempo de recreo. La iniciativa llamó la atención y se acercaron niños y jóvenes de acuerdo al recreo correspondiente. Se les explicaba que prestábamos libros, que para llevar alguno a casa tenían que registrar sus datos y que lo debían devolver o renovar en el plazo de una semana. Esto lo hicimos dos días a la semana durante el resto del ciclo lectivo y siempre llegó gente. Muestro fotos de la evolución del proceso a continuación:

1lugar


2do lugar

3er lugar

Con el tiempo comenzamos a agregar sillas al 3er espacio que se puede ver en las fotos. La idea era generar un lugar para aquellos que aún no sabían qué querían llevar, pero querían ojear el material. Esa iniciativa también tuvo buena acogida. Nos mantuvimos en este tercer espacio hasta el cierre del ciclo, pues era más práctico. Nos era más fácil guardar y sacar las cosas que queríamos mostrar.



Los libros expuestos los rotamos semanal o diariamente. Poco a poco fuimos agregando algún libro adicional de mi peculio personal: por vistosos, pertinentes o por interesantes. Eso ayudó a darle un toque de actualidad al material que utilizábamos y teníamos mano. A partir de unas pocas semanas dos profesores de literatura gustosos de la iniciativa (Paul y Rodolfo) también sumaron su propio aporte de libros. Les parecía que el acierto había estado en sacar los libros y hacerlos visibles a los chicos. Más donaciones seguirían llegando después. Algunas serían hechas por los propios estudiantes.


En la pared exterior del lugar de préstamos agregué un papelote con la pregunta: “¿qué quieres leer?” (Yo la había conocido como "¿Qué quieres expresar?" pero, para el caso, esta me pareció aún más efectiva y pertinente). Funcionó. Con el pasar de los días me fueron llenando de pedidos el papelote. Por mi parte, trataba de responder a esos pedidos, generando así una especie de diálogo con sus intereses. (Adjunto fotos de los papelotes actuales en la biblioteca ya reabierta).




Los ¿qué quieres leer? actuales (click para zoom) 

Hasta aquí ya se han dicho cosas que puede ser útil tener en cuenta: mesa, libros visibles, exhibición exterior en recreo, sistema de préstamos ágil, rotación, actualización, pregunta en papelote.


El proceso: segunda etapa, reapertura

Confirmado el interés lector de los estudiantes, aproveché el período de vacaciones del ciclo lectivo para comenzar a limpiar la antigua biblioteca y activar mi imaginación de cómo organizarla. 


Con algunas ideas claras, aproveché la época de trabajo por mingas (con maestros y madres y padres de familia) del inicio del ciclo lectivo.  Yo ya tenía clara la manera en que cada uno de ellos podía ayudar en la limpieza y re establecimiento del lugar: mover libros viejos seleccionados a un punto, limpiar estantes y afiches, clasificar y re ubicar los libros restantes, etc.








Otro punto de apoyo  fue la ayuda de estudiantes. Durante la etapa experimental anterior descubrí algunos estudiantes con un interés más concreto por la lectura. Para este proceso de re apertura yo tenía previsto re abrir el espacio en abril pero por x factores la reapertura tardó un mes más. Sin embargo, el retraso fue bueno porque me llevó a pedir ayuda a estos estudiantes de manera inmediata. Entre sus aportes estuvo la rehabilitación de varios afiches que se habían estado desperdiciando en ese salón.








Reapertura del espacio, un percance interesante:

Nuestra unidad educativa decidió unificar el tiempo de clases de escuela y colegio para este ciclo. Eso implicaba cierta aprehensión de los inspectores sobre la manera de distribuir los recreos y la movilidad de los alumnos de básica elemental, media, superior y bachillerato. Resumiendo: propusieron que los estudiantes de bachillerato tuvieran su recreo en una sección distinta a la de la biblioteca. Esto quería decir que los estudiantes no tendrían un canal natural hacia ella (!). 

La situación habría sido un revés si no fuera por la confianza que tenía de experiencias previas de que, a pesar de las dificultades, los estudiantes se interesarían por la biblioteca. Para contrarrestar la medida propuse a los inspectores que pondría a tres estudiantes dentro del perímetro establecido por ellos, para que hicieran de guías hacia la biblioteca que quedaba fuera de ese perímetro. En la biblioteca habría otros tres estudiantes esperándolos que estarían gestionando el espacio. Y así se hizo.






Tal como se había previsto, los estudiantes acudieron hacia la mesita y, desde ella, se enteraban de que la biblioteca había sido reabierta. Asistieron, primero, a cuenta gotas, pero poco a poco la noticia se fue regando y comenzamos a tener visitantes asiduos. Al cabo de unas pocas semanas los estudiantes guía ya no fueron necesarios por dos razones: los chicos preferían ir directamente a la biblioteca y, los inspectores y profesores que hacían sus guardias también confirmaron que los estudiantes venían a ella y que funcionábamos de manera organizada.

Sobre la frecuencia de apertura del espacio

Al principio pensamos abrir el espacio dos veces por semana, como se hizo al final del ciclo lectivo anterior, pero, en la práctica, el interés fue tal que los estudiantes líderes del proceso propusieron abrirla todos los días bajo su atención y mi supervisión. Así se hizo y la asistencia de visitantes se mantuvo e inclusive se incrementó. En la actualidad funciona tres días a la semana: martes, miércoles y jueves, no tanto porque el interés haya decrecido sino por la necesidad de separar tiempo para limpiarla, conversar sobre nuevas ideas y, también, darles a los estudiantes líderes del proceso la posibilidad de hacer cosas diferentes con su tiempo.

Tercer momento, nuevos proyectos: 

A partir del logro anterior el proceso tuvo un período de estabilidad y exploración. Comenzamos a tener lectores, jugadores de cartas, hacedores de tareas y gente que pasaba a mirar. El siguiente paso fue la articulación del espacio con otras personas e iniciativas ya existentes en la unidad educativa.

1. Proyecto de ajedrez. a nivel de regional (Fe y Alegría y MinEduc) se invitó a los docentes a llevar adelante un proceso de enseñanza de ajedrez a los estudiantes. Una docente pensó en pintar varias mesas de la biblioteca como contenido de su proceso. Se hizo, pero no había piezas y pensamos en que los estudiantes construyeran las piezas como parte de ese proceso. Demoraron mucho. Sin embargo, los visitantes comenzaron a notar las mesas pintadas.



A la par, el inspector del colegio me informó que habría una donación del Comité Olímpico Ecuatoriano de quince juegos de piezas de ajedrez. Como parte de su propuesta ideó que, una vez llegadas las piezas, él comenzaría a enseñar en la biblioteca a los estudiantes cómo jugar ajedrez. Nuestra responsabilidad sería ser custodios de las piezas . Al cabo de unas semanas, dado que ahora muchos sabían jugarlo, tuvimos una revolución del ajedrez. ¡No nos dábamos abasto para tantos jugadores!


Victor Macías, inspector y educador, enseñando a los estudiantes dentro de la biblioteca

La biblioteca en recreos: ahora abarrotada de jugadores de ajedrez

2. Equipo colaborador de niños. A pesar de que inicialmente pensé que el proyecto sería para estudiantes adolescentes también re abrí el espacio para los niños. Durante sus visitas había mucho movimiento y el cuidado era un poco más difícil. Dudé sobre la posibilidad de mantenerlo abierto para ellos, pero una de las docentes sugirió pedir a un grupo de niños que visitaban mucho la biblioteca que fueran ayudantes míos. 

Ella los seleccionó y yo los acompañé. Formaron el grupo: “Yo amo a los libros”. En la actualidad este grupo cuenta con aproximadamente ocho niñas y niños colaboradores: cuatro colaboran en el punto de recepción y cuatro en la parte trasera (la sala tiene dos ambientes). Las del punto de atención prestan libros, hojas, colores y piezas recicladas que los niños usan para hacer juguetes. Las de la parte trasera controlan el número de visitantes que ocupan el segundo bloque y su comportamiento. El equipo tuvo una ligera rotación de integrantes al inicio, pero en la actualidad se mantiene estable.




 (¡Olvidé mencionar que nos prestaron un Teatrín para todo el ciclo lectivo y que lo utilizan mucho, aunque yo no he tenido el tiempo de enseñarles cómo aprovecharlo!)


Angie, del equipo de niños, limpiando el área antes de volver a clases

3. Mural de ideas. Una herramienta importante del proceso ha sido un papelote en blanco donde los coordinadores (este narrador y los coordinadores de los grupos de adolescentes y niños respectivamente) escribimos las ideas que tenemos o las necesidades que percibimos cuando administramos el espacio. Anotamos todo lo que se nos ocurre y, con el tiempo, vamos concretando las ideas más urgentes o posibles. De este modo hemos concretado algunas labores, reglas y herramientas para un mejor aprovechamiento del espacio.


 

4. Lenguaje de señas. Esta iniciativa surgió de manera espontánea: durante el proceso de re pertura los estudiantes líderes, al decorar, habían colgado un cartel de enseñanza de lenguaje de señas cerca de la ventana, sin ninguna intención en particular. Sin embargo, pasados algunos días pude notar que tanto los niños como los adolescentes se paraban frente a éste para imitar sus gestos o, inclusive, se paraban a mirar desde fuera de la ventana el cartel para replicar los gestos que veían en este.



Un día pensé, ¿qué pasaría si en lugar de hablar solo con el cartel se comunicaran con un estudiante sordo de verdad que les enseñara su lenguaje? Conversé con los jóvenes coordinadores de biblioteca sobre la idea y les gustó. Me dijeron que podría interesarle a un compañero sordo, Christian Witterman. Pensamos este proyecto como algo que podría darse un día a la semana durante los recreos y así se hizo, con muy buena acogida también. 

En la actualidad, los miembros del Consejo Estudiantil propusieron liderar este proceso e incrementaron el espacio de lenguaje de señas a tres días a la semana en un nuevo lugar. Dicha iniciativa funciona ahora gracias al seguimiento del Consejo Estudiantil (acompañado por el DECE-BEI), el seguimiento de la coordinadora de Inclusión Educativa y mi persona. En la relativo a niños la iniciativa ha sido de corta duración por limitaciones de tiempo y experiencia para llevar mejor ese proceso. Sin embargo, la curiosidad de estos también está a flor de piel y la volveremos a intentar en el próximo ciclo lectivo.






5. Pasillo-Galería. Otra de las ideas que se dio en el camino: desde que se abrió la biblioteca me pareció importante que sean visibles para todos las producciones de maestros y estudiantes. Durante el ciclo anterior pude notar que muchas veces hacían maquetas hermosas, pero de vida corta y que, salvo los momentos formales de ferias abiertas, los trabajos volvían a casa o terminaban en el cesto de basura. Algunos maestros guardaban algunos de ellos y ofrecí el espacio para exhibirlos. El envío comenzó tímidamente, pero fue aumentando. En una ocasión ya tuvimos tanto material enviado que lo más práctico pareció exhibirlo en el pasillo exterior a la biblioteca. Crear este espacio exterior generó la presencia de más jóvenes que acudían a mirar las novedades exhibidas (de clases de literatura, ciencias, sociales, filosofía y otros).

En poco tiempo lo complementamos generando un segundo espacio para ajedrecistas en el exterior. De ese modo había más razones para acudir: se asistía para ver las galerías y/o para acompañar a los jugadores. Actualmente hemos habilitado una pared mural para exhibiciones de carteleras. También  ha tenido buena acogida. En pocas palabras, creemos haber habilitado un nuevo espacio público exterior a la biblioteca.







El mural de carteles

6. Juguetes con reciclaje. Compartí con un grupo de adolescentes la idea de reciclar material que se consumía diariamente en el colegio pero no para reciclar por reciclar, sino para tener insumos para crear juguetes. La meta era fomentar la conciencia ecológica desde algo más que las palabras. Con este grupo de estudiantes crearíamos los juguetes, los dejaríamos en una sección especial para uso de los niños y, luego, enseñaríamos cómo crearlos a docentes y niños. Sin embargo, la iniciativa se movió con más agilidad que la prevista: la presencia de los juguetes y los materiales a mano suscitó en los niños el deseo crear cosas de manera inmediata. Ahora bien, aun cuando creo que esta iniciativa requiere un poco más de forma (por ahora estamos centrados en la actividad de crear), me llama mucho la atención el movimiento e interés natural que genera. Aquí la galería que solemos actualizar cada vez que tenemos actividad en la página de facebook del colegio.




Construyendo juguetes con los adolescentes. Nos basamos en tutoriales de youtube que sugiero o que ellos sugieren.

Los niños, pidiendo materiales a las líderes infantiles para ellos también crear los juguetes que ven que los adolescentes les dejan.

7. Conversación en inglés. Finalmente, durante el apoyo en alguna clase de inglés y en las continuas visitas de los estudiantes a la sección de inglés en la biblioteca pude notar su curiosidad por este idioma. Comencé a sondear con ellos la posibilidad de conversar con alguien que hablara la lengua. Muchos dieron una respuesta favorable. Conocía que, la obra contigua, Hogar de Cristo, trabajaba con voluntarios de Estados Unidos, así que les propuse que un día a la semana nos asignaran una voluntaria para conversar durante los recreos con niños y adolescentes. La iniciativa va adelante y también tiene buena acogida con niños y adolescentes. Julia, la voluntaria, va pensando en destinar más tiempo en el próximo ciclo lectivo para apoyar a docentes en aula.



Otra pausa: puntos de atención

1. Cuidado de plantas. 

De vez en cuando pude notar en otros colegios iniciativas puntuales de cuidado de plantas. Notaba que eran buenas pero cortas. En el mejor de las casos impactantes pero luego igualmente olvidadas y descuidadas. ¿Cómo generar un proceso de cuidado que no incurra en esos dos problemas y, que a la vez no implique una carga formativa para personas poco habituadas a este cuidado (o, demasiado ocupadas para considerarlo siquiera)?. De ahí surgió la idea de cuidar las plantas que ya existían en la unidad educativa. Por supuesto, el piloto lo hicimos en un área determinada.

Idea guía: tenemos jardineras en el colegio pero las plantas de ellas son uniformes y sin flores. A la vez, las noté cubiertas de tierra. Pensé que si tenía flores y plantas vistosas y bellas podría generar dos cosas: más atención y cuidado de la variedad de plantas que tenemos en el colegio y, la aparición de abejas y mariposas, que refuercen la atención por la naturaleza y el cuidado en niños y jóvenes.



Tres problemas: ¿con qué regar?, ¿cómo interesar a las personas a regar? y, las llaves de agua estaban algo lejos como para que la motivación pueda ser natural. 

Soluciones: de las pomas de agua y botellas de cola que se botaban hice regaderas interesantes (la idea la vi en el propio centro pero limitada a una regadera). Hice más pomas cortadas de manera tal que se pudieran recargar en llaves de baño (tenemos uno cerca) y las botellas de cola fueron recortadas y perforadas de manera tal que complementaran a las pomas como regaderas. Explico mejor: las botellas recortadas sirven para que el agua que ponemos en las pomas pueda caer sobre muchas hojas y las deje brillantes vs que solo caiga agua a la tierra y "confiemos" que con eso estábamos haciendo algo por la tierra y la belleza. Regándolas de este modo realzábamos en tiempo presente la belleza que había y que estaba cubierta de tierra.


El hacer las cosas de este modo atrajo la atención de niños y alguna maestra y, en la actualidad se cuenta con algunos ayudantes organizados o espontáneos.




La iniciativa se complementa con un álbum en la página de facebook del colegio en donde, junto al grupo de ciencias, estamos divulgando la variedad de plantas que hallamos en la unidad educativa. Ha dificultado las cosas con el grupo que ellas no pueden llevar su celular al colegio. Sin embargo, se han interesado en descargar una aplicación para detectarlas toda vez que yo les haga llegar la información (Plantnet). Aun estamos afinando detalles aunque el álbum está dando buenos resultados.


8. Útiles y herramientas a mano

Esto está siendo vital para el espacio. Desde que fue reabierto pensé que sería importante fomentar en ellos sus poderes creativos y su capacidad de exploración práctica y artística. Con el tiempo fui dotando al espacio de útiles escolares, sobre todo los vinculados a pintura y manualidades. La demanda de ellos es constante. Hemos evitado su pérdida porque, además de los equipos colaboradores, se entregan los útiles numerados y asignando un responsable por mesa. 






Un espacio que surgió de la posibilidad de tener heramientas a mano

También, ayuda para reparación de bienes

9. Títeres. Acompañando a los niños en la sala es fácil notar que muchas veces les puede más el entusiasmo por la lectura que el hecho de leer en sí mismo. En una ocasión jugué a leerles en voz alta como un modo de canalizar ese entusiasmo al mostrarles nuevas posibilidades. La idea agradó a los niños. Con el paso de los días recordé que tenía unos títeres hechos con reciclaje de una actividad anterior. Los reuní. Luego, encontré un teatrín en un salón y lo pedí prestado. Llevé ambas cosas a biblioteca con la meta de enseñarles a los niños a crear historias. La realidad fue distinta: el tiempo fue muy limitado, pero logramos algo distinto. Los niños se lanzaron a utilizar el teatrín y, a su manera, se cuentan historias todos los días. La iniciativa debe ser acompañada, por supuesto, pero creo que se ha tocado algo que se puede cultivar. Algunos de los títeres que se ven en la imagen vienen de proyectos articulados con la iniciativa pasillo-galería con otras aulas de clase, para el caso, personajes de la historia y de la filosofía.



Cuarta fase: nuevas metas (tres cercanas y concretas y dos lejanas y soñadas)

1. Acompañamiento sostenido del proceso y terminar de delinear iniciativas como las vinculadas con juguetes con reciclaje.

2. Continuar trabajando con modos interesantes y ágiles de exhibición de información. Por ahora se ha agregado una sección de periódicos y artículos pero no son tan consultados. También se ha agregado una pizarra que goza de mucha atención para dejar mensajes. Estoy pensando en una de tiza para el exterior. Tenemos a la mano mapas pero no estructuras para mostrarlos. Estos parece que serán más determinantes.






3. Por otro lado, acabo de habilitar un corcho en donde poder subir, bajar y llamar la atención textos e imágenes de manera ágil. La idea va yendo hacia generar una iniciativa de periodismo y temas de concienciación en general (valores, derechos, medio ambiente, etc.). Vamos a ver qué pasa. Adenda: meses después de ello surgiría el grupo de entrevistas de la UE, primero en la página de facebook, luego con algunos en el canal de youtube.



De la primera reacción, aun sin escoger tema concreto

4. La posibilidad de generar reflexión sobre temas de la actualidad desde la alternativa de cine foros mensuales o bisemanales para quienes deseen asistir. En la práctica ha sido más común que lo lleve el consejo estudiantil para recaudar sus propios fondos.


5. La articulación con nuevos actores para la formación de nuestros jóvenes o, al menos, para el encuentro y diálogo con ellos. Creo que es parte de fortalecer el sentido de pertenecer a una ciudad y explorar sus problemas y sus soluciones temporales.



De hobbie con artes plásticas. Ha suscitado mucha atención.


Cerrando el compartir
Actualmente estamos fortaleciendo el seguimiento de la iniciativa: con los estudiantes de bachillerato nos reunimos dos veces por semana, una para limpiar y otra para evaluar o sugerir ideas. Con los niños, lo intentamos una vez al mes junto con la docente que motivó a sus estudiantes.

Hay más que decir: ya existen sueños concretos para lo que queda del ciclo y se vislumbran otros para el siguiente, pero se me ha terminado el espacio. Comparto algunas reflexiones. Todas parten de una perspectiva empírica y existencial: se podría decir que el proyecto funciona en la lógica del constructivismo que, entiendo, es una iniciativa pedagógica que se basa en el aprender-haciendo.

1.      ¿Por qué creo que ha generado interés?
-          Me pareció que en el colegio faltaba un lugar diferente al salón de clases, al patio de recreo o al comedor en el cual los estudiantes pudieran encontrarse para rumiar un poco más su experiencia del colegio. En mi vida descubrí que un lugar así lo daban las bibliotecas. En segundo lugar, porque creo que partí de la experiencia personal del gusto por la novedad: me gusta ver lo nuevo que hay en las salas de cine, las nuevas publicaciones, los nuevos artefactos, las creaciones de arte. Este espacio de biblioteca se dedica a eso: a mostrar lo que hay. No se limita a exhibir las portadas de los libros (que ya es un gran paso) sino también a mostrar las creaciones de los propios estudiantes. ¿Quién no tiene interés por saber lo que otros, conocidos han hecho (unos amigos, un amor) o querer ser sorprendido por facetas ocultas?

2.      Si se me preguntara ¿qué aporta este espacio al desarrollo de habilidades?
-          Diría que va mucho más lejos que el hecho de leer: este espacio es un modo de explorar el mundo y a uno mismo a partir de la reflexión, la práctica y la libertad. También es un lugar en donde los estudiantes se pueden relacionar con personajes del pasado, a través de sus palabras u obras, o proyectarse en el tiempo, observando cómo otros viven el mundo a través de la experiencia de los libros, contrastando realidades alternativas que iluminan la mía.

3.     Claves para pasar de un lugar de guardar libros a un lugar que congrega personas:
-          Creo que lo primero es mostrar los libros y tener un sistema de préstamos ágil, como lo he dicho al principio del artículo.
-          Una vez que se ha generado y confirmado el interés por los libros que se exhiben se puede ir detectando futuros colaboradores.
-          Si se ha logrado abrir el espacio formal de biblioteca es importante dotar a los estudiantes de herramientas: mesas y sillas para sentarse, hojas y colores para jugar, tijeras, gomas, elásticos, reciclaje y cosas para construir. Esto permite explorar mucho sobre lo que la propia unidad educativa da.
-          Tener un papelote o pizarra para ir anotando las ideas de cosas que se comienzan a pedir con regularidad. Esta herramienta para “escuchar” dará un gran impulso para “seguir haciendo camino” desde los intereses de los habitantes de la propia comunidad educativa. Este papelote de ideas puede ser más de uno que pregunte por: libros, proyectos, películas y otros intereses de los visitantes.
-           Tener una mentalidad de “ludoteca” para administrarla: por ahora no queremos un lugar de sesuda investigación introspectiva sino un lugar en donde la gente pueda escucharse y encontrarse. No valen aquí los bibliotecarios que no quieren oír ni una mosca volar. Sin embargo, sí puede ser bueno separar áreas, pues hay muchos talantes de personalidad y actividades diferentes que requieren distintos modos de comportarse.
-          Arriesgarse a que los libros se pierdan. Cuando comenzamos, tal vez por la falta del hábito de llevarse un libro prestado para leer a casa, hubo algunas pérdidas y se prestaban menos libros; ahora, se prestan más y las pérdidas son pocas. Hemos establecido una categoría de libros que pueden salir, pues la curiosidad por ellos es grande (generalmente novelas para todas las edades), mientras que otros que no pueden salir, dado que son muy costosos o de consulta muy frecuente.

Aprendizajes y logros:
-          Como aprendizaje: ratifiqué la importancia de crear espacios de este tipo en donde los estudiantes puedan recrear, desde la libertad y el juego, las experiencias y herramientas que les provee el proceso educativo formal.
-          Un logro: la actual vida de un espacio que parecía de estancamiento y olvido a un lugar que está lleno de vida. Todo ello hecho prácticamente con las mismas cosas que ya había ahí, solo que dinamizadas y encontradas.
-          Los equipos de estudiantes colaboradores a nivel de escuela y de colegio. Más allá de tener un equipo de bibliotecarios para lucir, siento que he generado el espacio para que grupos de niños y jóvenes puedan seguir desarrollando propuestas a partir de las herramientas y acogida que brinda este lugar.

Algunas conclusiones sobre el tema pastoral

La iniciativa de la biblioteca tiene un toque pastoral para mí porque su base es el cuidado: el propio, el de los otros y la naturaleza.

Del propio:

1. Desde aquí se valora el trabajo de los maestros que junto con sus estudiantes tienen un lugar en donde pueden mostrar y sorprender a otros con aquellas cosas en las que han invertido su tiempo y su talento. Su trabajo es valorado de manera espontánea y natural.

2. También es un espacio de exploración: el mural de ideas, el diálogo sobre los libros a adquirir, las herramientas y útiles para trabajar y dar cauce concreto a la curiosidad y, por supuesto, la propia exploración emocional y de la imaginación que implica leer y contar historias.


De los otros y la naturaleza

1. Es un espacio de reflexión sobre nuestro entorno: se recicla y se recrea para habituarnos a la reflexión y valoración de lo que se suele desechar sin conciencia. Después de tener una alternativa práctica y natural andando es más fácil comenzar a reflexionar sobre estos bienes y los usos que le damos en el entorno y en la sociedad.

2. Desde la iniciativa de las plantas. Si bien germinal pero firme, exploramos formas de interesar por el cuidado y la atención del entorno a las que muchos se puedan sumar, haciendo crecer, de este modo, la atención a la belleza y protección que nos provee el entorno natural.


2. Es un espacio del cuidado del otro y del entorno al fortalecer espacios públicos en donde los estudiantes y los docentes se pueden encontrar de manera gratuita y, la exhibición del esfuerzo abierto a la admiración, la crítica y, sobre todo, las nuevas preguntas.


De seguro hay más que decir pero será más fácil hablar desde las preguntas y respuestas que lo compartido aquí suscite.

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