lunes, 30 de abril de 2018

Más notas sobre héroes


Los héroes antiguos eran inspirados/ recibían sus fuerzas, impulsos, razones para actuar de los dioses (Odiseo era apoyado por Atenea, mientras que Eneas deja su enamoramiento con Dido por orden de Júpiter/Zeus). Los héroes modernos, en cambio, llevan ese poder en sí mismos. El origen de estos poderes ahora es científico (Spider-Man) o simplemente extraño (X-,Men), extraterrestre (Superman, Concrete) que no es lo mismo que divino (aunque Star Wars parece acercarse).

Los héroes modernos defienden su propia tierra (casi Wonder Woman, Batman) o el planeta  de poderes externos (Superman, La Liga de la Justicia, X-Men, Los Vengadores), mientras que los héroes antiguos salían a otras tierras para luchar con monstruos o tal vez, mejor dicho, luchaban para poder regresar a su tierra (Odiseo). Para ellos parece que no había una conciencia de "planeta".

*Ilustración: Atenea por Marc Lapierre

sábado, 28 de abril de 2018

Sabino

De tudo ficaram três coisas...
A certeza de que estamos começando...
A certeza de que é preciso continuar...
A certeza de que podemos ser interrompidos
antes de terminar...

Façamos da interrupção um caminho novo...
Da queda, um passo de dança...
Do medo, uma escada...
Do sonho, uma ponte...

Da procura, um encontro!

***

De todo quedaron tres cosas:
La certeza de que estaba siempre comenzando
La certeza de que había que seguir
Y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar.

Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída un paso de danza,
del miedo una escalera,
del sueño un puente,

de la búsqueda un encuentro.

Traducción al castellano de José Miguel del ya cerrado blog Ab laeva rite probatum.

¿Qué es una ideología?

Hace unos días me topé con la mejor definición de ideología que he escuchado: "pensar desde una ideología quiere decir tomar una parte del todo y, desde ella, pretender explicar el todo." 

De ahí se derivará que la explicación ideológica "no dé" para explicar la realidad que desea abordar y tienda a terminar en generalizaciones forzadas (utopías rosadas) que conducen a su escenario ideal que nunca se dará pero que se ofrece como respuesta insistente a los problemas tratados (en estos días veo que se cree que basta la libre iniciativa -no comprometida- del ciudadano en Latinoamérica, o sea, salir a la calle a protestar por alguna cosa, inclusive destruir pero nada más).

A la vez, se entiende la visceralidad con la que pretende excluir a otras personas que piensan desde lugares distintos. De ahí que una persona de derecha "cruda" no pueda lidiar con una persona de izquierda "cruda" y viceversa. En su sistema no entra el punto de partida del otro y viceversa.

domingo, 22 de abril de 2018

Primeros impresiones: ¿Izquierda o derecha?

(aun en construcción)

El discurso general de mi país me propone escoger entre derecha e izquierda.

Para decir algo sobre ellas debo distinguir entre dos esferas de actividad en donde estas se mueven: el espacio de los poderes públicos (elegidos por voto popular o designados por autoridades competentes) y el espacio de la opinión (redes sociales, conversaciones, manifestaciones colectivas). ¿Por qué es necesaria esta distinción? Porque desde el poder público se pueden realizar cosas, coherentes o no, con los ideales promovidos por estas ideologías, mientras que en el espacio de la opinión se puede especular, soñar y atacar, en fin, dibujar un panorama de metas y, con ellas, expresar comprensiones del mundo. En este texto me voy a centrar en el ejercicio de opinión, en las metas que los grupos que percibo como de derecha o izquierda parecen trazar y/o sobre las cuales guardan silencio.

Opiniones de derecha que leo en Twitter y otros medios:
En ellas ubico a personas como Gabriela Calderón, Cynthia Viteri, Cristina Reyes, Jaime Nebot, Andrés Roche, Martha Roldós, Guillermo Lasso, Francisco Franco, Alfonso Reece, José Hernández y María Josefa Coronel (dejo por fuera a Janneth Hinostroza por considerarla demasiado visceral y parcial. De igual modo a Bonil)

Desde lo leído en sus afirmaciones puedo decir que un discurso de derecha, el día de hoy, se caracteriza por atacar todas las acciones del gobierno de izquierda fuerte que pasó, defender la libertad de expresión, la fiscalización de las actividades de los poderes públicos, un gran escepticismo respecto al buen uso de los recursos que pueda provenir de toda institución pública vinculada con el Estado/poder central, generalizaciones sobre temas económicos importantes ("menos Estado y más iniciativa privada"), ambiguedad respecto a la fuerte lucha de libertades que están surgiendo el día de hoy (LGBTI, Mujer), pareciera que escaso uso de servicios públicos (no los imagino lidiando con una Metrovía, un bus cualquiera o lidiando con servicios públicos sin ayuda), silencio respecto a temas educativos públicos que no se parezcan mucho al asistencialismo y silencio respecto a actitudes cuestionables de sus pares ideológicos.

Entre las posiciones de izquierda ubico a personas como: Fabricio Barona, "Amanda", Rafael Correa y Gabriela Rivadeneira (las demás personas de izquierda que sigo no son del Ecuador). Sus discursos se caracterizan por defender una postura de justicia social de manera fuerte y frontal (tal vez más estructural que la "asistencia" de la derecha), el fortalecimiento de los poderes públicos (sobre los que tengan injerencia directa), atención a temas tributarios (en sentido de país pero también con omisiones convenientes), atención al uso de bienes públicos y privados (igual que lo anterior), ataque y escepticismo constante respecto a las posiciones de derecha, confusión fuerte entre lucha por ideales y fidelidad de grupo (creo que cierto grado de fidelidad es inevitable), ingenuidad inmensa sobre sus colaboradores y un gran silencio respecto a acciones o actitudes cuestionables que adopten sus coidearios dentro del gobierno o en otros países. No sé dónde poner a Rossana Alvarado, ni Lenín Moreno, a quienes también sigo y a quienes consideraba de izquierda.

Hybris/excesos entre estos grupos:

1. Cada una es cree demasiado en sí misma. Parecen creer realmente que sus propuestas solo funcionarán relativamente bien (como ofrecen) cuando la contraria deje de existir.

2. En la derecha: el asistencialismo-distancia, la condescendencia y el la contradicción de los ciudadanos de derecha respecto a los problemas y desigualdades sociales en nuestro país (suelen decir que hacen lo que les corresponde al pagar sus impuestos, que eso le toca al gobierno central pero, al mismo tiempo, señalan al gobierno central como al gran culpable de todos los males del país).

3. En la izquierda: su fe en el poder público que olvida que primero y durante mucho tiempo debe formar personas y debe hacer un seguimiento (exterior) de estas. Ya hablé del tema de la "fidelidad" y habría que mencionar también la vanidad (ellos son los únicos buenos en la historia que cuentan). Esa vanidad es peligrosa cuando se está dispuesto a llegar a cosas como el 30S.

Ejercicios inevitables en cada una de ellas:
1. Ambas se complacen en sumar seguidores respecto a situaciones polémicas de sus contrarios. (Nuestra política se parece demasiado a un acto de manipulación, demasiado ¿no?). A veces creo que no es cinismo la expresión fácil "la opinión del pueblo es la base de nuestras acciones" (cuando sabemos que una opinión no ilustrada, no mínimamente autónoma es lo mismo que una bomba de tiempo o, sin tanto apocalipsis, cualquier cosa que se le ocurra al mejor hablador) sino verdadera ceguera de lo que implicara una democracia mejor.

2. Ambas generalizan demasiado entre unas y otras en sus discusiones (Lula es lo mismo que Correa y los Kirchner así como Uribe es lo mismo que Nebot y Trump).

3. Ambas mezclan causas justas con silencios gigantes sobre sí mismas (El caso el Universo, notoriamente ambiguo, se convierte en paradigma de la libertad de expresión; mientras que, del otro lado, la fiscalización se convierte en "persecución").

4. Ambas invocan las palabras Patria o Pueblo para justificar sus excesos, luchas importantes o intereses, siempre mezclados.

En mi caso, sobre todo respecto a los ciudadanos de a pie, noto cómo harían falta tanto unos como otros. Pienso que las divisiones de posturas son importantes y enriquecedoras pero que públicamente normalmente estamos debajo de la línea de lo ramplón y adolescente (lo siento por los teens). Pero, ¿de qué sirve eso? Tampoco sirve de mucho volverse un ciudadano indolente o un crítico no comprometido de todo. Las personas así son llevadas por esta marea también.Una ABURRIDA y repetitiva marea.

No puedo definir una postura entre esos dos extremos, por ahora solo puedo decidir puntualmente, tratar de comprender y mirar cómo se puede trabajar con ambos lados en lo que de bueno tengan para aportar. Copio aquí un pequeño texto que expresa mejor mi manera de mirar y relacionarme con estos escenarios:

31. Todos nuestros ministerios deben buscar construir puentes, para promover la paz. Para lograrlo tenemos que alcanzar una comprensión más profunda del misterio del mal en el mundo y del poder transformador de la misericordiosa mirada de Dios que trabaja por hacer de la humanidad una familia reconciliada y en paz (...)
Congregación General 36, Decreto 1, N.31. Compañía de Jesús.
Cuando leo y vivo cosas así veo cómo la religiosidad católica ecuatoriana que flota sobre nuestro imaginario general se quedó corta. Nunca dejó claro que el mal no venía de otros sino del propio corazón y, al revés, que el bien era posible y también nadaba en todos. Así, las posturas seculares del día de hoy siguen viviendo de virtuosos, diablos y posesos.

Me acuerdo de cuando era adolescente. Crecí en una familia de tendencia a la derecha y sentí la paranoia que veía de la izquierda que decía "todo es culpa del partido social cristiano". Han pasado tal vez viente años y ahora oigo decir, desde el lado de la derecha que me es familiar "todo es culpa de Correa". Curioso que ambos grupos se sigan refiriendo a la culpa. El ciudadano ecuatoriano (¿que los medios gustan de molder y proyectar una y otra vez?) se asusta, se sorprende, señala, se cabrea, "pone en su lugar" y se va. Así, a la manera de Waking Dead, lucha contra un mundo incomprensible hasta que se cansa o se muere.

Cuando pienso en cómo trabajar y convivir con estas posturas antagónicas tiendo a imaginar que la meta es un banquete que todos vamos a compartir en ese cielo de nubes y entonces, se me pasa, y me pongo a pensar en cómo llegar "de verdad" a ese lugar. Digamos que es mi "como sí", a la manera de Kant.

Es un poco más feliz (¿y constantemente activo?) que creer que uno de los dos grupos va a triunfar, ¿no?

jueves, 19 de abril de 2018

La historia de Agar

o "la primera teofanía"

Hace unas semanas nos contaban en clase el relato de Agar, la sierva de Abrán. El profesor nos hizo caer en cuenta que ahí se narraba la primera teofanía de la historia de Israel (pues, antes de este, los relatos en la Biblia, como el de la creación, son de carácter más general y hablan de la humanidad). 

Copio a continuación el relato para que luego puedan observar mejor el detalle que el profesor destacó.

Saray, la mujer de Abrán, no le daba hijos; pero tenía una sierva egipcia llamada Agar. Y Saray dijo a Abrán:
   —El Señor no me deja tener hijos; únete a mi sierva a ver si ella me da hijos.
   Abrán aceptó la propuesta.
   A los diez años de habitar Abrán en Canaán, Saray, la mujer de Abrán, tomó a Agar, la esclava egipcia, y se la dio a Abrán, su marido, como esposa. Él se unió a Agar y ella concibió. Y al verse encinta le perdió el respeto a su señora. Entonces Saray dijo a Abrán:
   —Tú eres responsable de esta injusticia; yo he puesto en tus brazos a mi esclava, y ella, al verse encinta, me pierde el respeto. Sea el Señor nuestro juez.
  Abrán dijo a Saray:
   —De tu esclava dispones tú; trátala como te parezca.
   Saray la maltrató y ella se escapó.
  El ángel del Señor la encontró junto a una fuente de la estepa, la fuente del camino de Sur, y le dijo:
   —Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y a dónde vas?
   Ella respondió:
   —Vengo huyendo de mi señora.
  El ángel del Señor le dijo: 
   —Vuelve a tu señora y sométete a ella.
  Y el ángel del Señor añadió:
   —Haré tan numerosa tu descendencia, que no se podrá contar.
  Y el ángel del Señor dijo:
   —Mira, estás encinta y darás a luz un hijo y lo llamarás Ismael, porque el Señor te ha escuchado en la aflicción. Será un potro salvaje: él contra todos y todos contra él; vivirá separado de sus hermanos.
  Agar invocó el Nombre del Señor, que le había hablado:
   —Tú eres Dios, que me ve, y se decía: ¡He visto al que me ve!
  Por eso se llama aquel pozo: Pozo del que vive y me ve, y está entre Cades y Bared. Agar dio un hijo a Abrán, y Abrán llamó Ismael al hijo que le había dado Agar. Abrán tenía ochenta y seis años cuando Agar dio a luz a Ismael.
Lo que destacó el profesor fue que la primera aparición del Dios judío en la historia fue ante una mujer que, además, era esclava. La segunda era que el nombre que Dios pidió que se ponga al niño fue "Ismael" que, traducido del hebreo, quiere decir "Dios oye". Agar no había hecho una petición formal a Dios pero estando embarazada del hijo que era para Abrán y Sarai, se interpreta, había deseado también un hijo. De ahí su desprecio hacia Sarai y, también, su respuesta llena de gozo a Dios al final del relato. Ahí lo llama "tú eres Dios que me ve" y proclama llena de alegria "he visto al que me ve!". Dios la había escuchado en su muda petición.

A veces uno olvida decir que este es un relato teológico, no una historia real. Si la historia fuera real uno considera injusto que una mujer tenga que pasar tanto dolor para mostrar que Dios le dio un hijo. Cuando entendemos que el relato está al servicio de un mensaje, en cambio, vemos que lo que se quiere decir al pueblo judío es que el Dios en el que creen y sobre el cual están leyendo esta con ellos y es capaz de escuchar las plegarias mudas y no hace diferencia de roles para escuchar ni para responder.

Leo el relato bajo esa perspectiva y quedo admirado de la profundidad y la belleza de las intuiciones de aquellos escritores judíos.


Agar en el desierto. Litografía de Marc Chagall (1960)

No tan oldies: Provida vs Proaborto

Revisando el artículo anterior también recordé este intento de "discusión". Dejo aquí la opinión que di pues me parece que el asunto no ha cambiado mucho desde ninguna postura. El artículo objeto de discusión era "El aborto como defensa de la vida digna" de Lolo Miño (abril 2016). En mi respuesta en esa misma página (desgraciadamente se perdió cuando la renovaron) cuestiono el sesgo individualista y simplón que percibo en la solución planteada por la autora.

...

Si resumo tu exposición entiendo que dice algo así como "dado que hay personas que viven en condiciones complicadas es mejor eliminar las vidas que puedan venir a escenarios de ese tipo". Parece más fácil que pensar cómo mejorar las condiciones de la sociedad para que eso no tenga que ocurrir. De ahí que cuando digas "empática", "solidaria" o "humana" sería mejor decir "cómoda". (Revisa toda la reflexión que implicó el concepto de benevolencia en la modernidad, _pues tiene todo que ver con el concepto de dignidad y las responsabilidades que se supone que implica_. Creo que usas el término "solidaridad" con una ligereza absoluta al expresarte así).

Pero bajándole un poco a la mera reacción: creo que las soluciones en estas situaciones son complejas. 

Unos pocos puntos de encuentro para seguir discutiendo pueden ser:

1. Es verdad que es necesario contar con un paraguas amplio de discusión y de derechos (o sea más allá de lo que condicionan las posturas "el aborto no porque no").

2. Devolver la pregunta a la sociedad civil: Si usted es provida o creyente, "¿qué hace para asegurar las vidas que defiende?", "¿se limita a garantizar su llegada pero no vela por mejorar las condiciones en que vivirá ese niño?". Asumo que hacia allá vas y en eso estoy de acuerdo contigo. Las posturas meramente "pro vida" pero no "pro condiciones" son tan acomodaticias como la posición que defiendes.

3. Sin embargo si se es "pro aborto" la pregunta no difiere mucho. La postura dice: "las condiciones son complejas y, dado que lo son, lo mejor es que ese niño no venga". Al menos eres frontal, yo leo esto en esa postura: "me interesa seguir viviendo la vida que tengo, hacer otra cosa implicaría cambiar mi vida y organizarme con otros de alguna manera mejor para abordar este tema y no quiero hacer eso". Creo que ahí es en donde se queda corta la postura pro aborto: acepta el orden social tal como es y no devuelve la pregunta a lo que se puede ser como sociedad (y si revisas un poco lo mucho que ha rotado la vida en sociedad desde el derecho de los reyes hasta acá verás que es construcción permanente). De ahí que esa respuesta me parezca "pragmática" pero también perezosa, acomodada y poco creativa.

Claro que las soluciones en estas situaciones son complejas, pero a mi la pregunta me invita a mirar a la sociedad civil y todo lo que de ella puede salir. Creo que es una esfera que hemos cosificado en "electores" y que hemos olvidado que la lucha por ser individuos dignos e iguales siempre aspiró a construir esa situación para todos y que sigue siendo un deber (e inclusive una oportunidad abierta que no se aprovecha la suficiente. Vaya que diferimos mucho de los que buscaban los que construyeron ese concepto y nosotros).

En ese punto tal vez tu seas pragmática y ciertamente hay que abrir los límites de la discusión pero en tu postura de fondo creo que estás equivocada. Trabajé con refugiados y ahora en educación popular, el escenario es terriblemente complejo en muchos casos (y uno siente muchas veces la necesidad de decir lo mismo que tú), pero antes que decir "mejor que no vengan" "¿quién los atiende?", "¿cómo hacer?", me parece mejor decir "¿dónde chucha están todos los demás (liberales o creyentes) aportando alguna solución concreta a las ideas generales que defienden?". Creo que vale aspirar a construir caminos hacia soluciones más asentadas para esos principios. Esa es la apuesta que se nos viene en el futuro y me parece más consecuente con la idea de dignidad.

En fin, te escucho. Saludos y gracias por el esfuerzo de expresar tu postura.

Oldies: ¿Opinión pública?

Una colaboración oldie en GK (feb 2013) que se perdió (o descartaron) cuando actualizaron la página. A mí me gustaba y hace poco me di cuenta de que no tenía un respaldo de ella. La dejo por acá. En el texto intentaba reflexionar sobre el uso visceral de las redes sociales vs lo que consideraba un mejor ejercicio de ellas en lo que respecta a "dar una opinión".
...

Escribo este texto deseando movilizar cierta atención y discusión a un tema que considero prioritario: la comprensión que tenemos de lo que es opinión pública. O, si gustan, de una de sus posibilidades no siempre recordada: el espacio de formación de nuestras opiniones a raíz del intercambio de las nuestras con las de otros.

Lo digo porque creo que hay un malentendido entre poder lanzar mi opinión en un espacio público Y arriesgarme a formar una opinión luego de ese lanzamiento. El lanzamiento es parte del ejercicio pero no es lo principal. Para mí el ejercicio de opinión pública tiene más que ver con la formación de una opinión (por la discusión entre un público diverso que aporta elementos y matices a nuestras primeras opiniones en torno a las cosas. Siendo estas primeras opiniones las que lanzamos pero que enriquecemos en el ejercicio de opinión).

Esto parece de perogrullo pero me vienen dudas ante el creciente ejercicio de los meros likes, retweets, o las felicitaciones al autor (o las descargas contra el autor), pero ningún enriquecimiento entre unos y otros. Rara vez se ve a un autor o a un crítico volver sobre sus palabras por aquí (y sin embargo creo que hay esmero de parte y parte).

Creo que el acto lanzar una opinión en un espacio público sin pretender mantener una discusión, puede ser un acto público pero viene a ser algo así como una descarga y no un ejercicio de construcción de opinión*. Esto me preocupa porque pienso que las descargas se acumulan y estallan y de eso creo que  tenemos bastante. Creo que es fácil de ver en las corrientes a favor o en contra del gobierno de nuestros espacios públicos o en las invectivas ilustradas contra la religión en espacios como éste. ¿Es con un pulpitismo público en versión secular aquello con lo que nos estamos contentando?¿La formación de nuevas murmuraciones a las que me adecúo, pero que sólo esperan a estallar?

En fin. Aquí algunos elementos para poner sobre la palestra:

Hasta donde entiendo, la construcción del espacio público (que es una conquista al espacio del poder estatal y el poder eclesial), fue consecuencia de muchas luchas durante el tiempo de surgimiento de la modernidad durante los siglos XVI a XVIII. En estos espacios de lucha de poderes alternativos, lo que llamaríamos la opinión pública actual, se fue articulando fuertemente  y por diversas razones, estando entre ellas la invención de la imprenta y su libre acceso. Periódicos, panfletos, textos con propuestas, textos con contra propuestas fueron dando, a un incipiente poder civil, la noción de tener algún tipo de voz alternativa y dirimente frente a los poderes establecidos y sus planes e imaginarios de vida para el común. Comenzaba a ser el común el capaz de articular un “sí pero”, o la suma de rotundos “no” que llevaren a los poderes a modificarse o desaparecer.

Pero parecemos haber olvidado que estas voces, o esta voz alternativa, la del “público”, se fue gestando desde un permanente ejercicio de discusión entre proponentes (he podido oír mucho de esto a propósito de personajes como Hobbes, Locke Rousseau, Hume, Kant o el propio Nietzsche). Este ejercicio, por supuesto era (y es) interminable y aún es posible rastrear grandes discusiones sobre las que seguimos construyendo nuestro mundo, (¿creemos que siempre hubo individuos?, ¿contrato social?, ¿hubo una vertiente de éste o varias?). No todo autor, si es que alguno, fue recibido con los brazos abiertos, pero ciertamente se volvía sobre las palabras escudriñando razones o sentidos donde los hubiera o pareciera haber algo. Si no era A, tal vez era A con B pero no siempre se saltaba entre A y no A (véase la influencia de Rousseau o Hume en Kant o toda la tradición filosófica conocida y contraargumentada en detalle y con pasión por Nietzsche, quien a su vez fue rechazado, malinterpretado y nuevamente valorado en ciertos puntos).

Consecuencia de este modo de proceder de discusión, comprometida y espontánea, no sólo se terminó en la discusión de ideas sino que, de una manera u otra, se iban gestando imaginarios sociales capaces de potenciar uno u otro modo de proceder y vivir, hallando matices, posibilidades y errores o nuevas formulaciones de las propuestas lanzadas. Todo ello siempre fue atravesado de pugnas, persecuciones pero sobre todo de este continuo diálogo entre los sistemas propuestos. En fin, creo que es un asunto en el que vale continuar investigando y al cual vale la pena poner mayor atención pues me llama la atención el constante nivel de popularidad, pero también de reincidencias sin matiz, de discusiones que nunca se dan (en el sentido de trascender un lanzamiento de opinión) para los planos morales o religiosos que se tocan en este lugar (o ciertas discusiones sobre democracia local en que nos contentamos con invocar a “los antiguos griegos” sin decir mayor cosa de su sistema de vida).

Como un inicio contentarse con lanzar una opinión puede ser algo interesante y divertido o liberador pero cuando se comienza a volver lo habitual, la comunicación unilateral del escritor (o del crítico al escritor), creo que pasamos por alto las posibilidades de espacios como éste volviéndolos meros lugares de desfogue y de suma de adeptos, confundiendo el acto público de expresarme con el de formar una opinión en un espacio público, esto es, un espacio de deliberación.

Cuando esto se vuelve reincidente pareciéramos estar estancados en un ejercicio de razón unilateral cuando, del simple ejercicio de vida y escucha (y un cierto tomar y tomarse en serio e informarse sobre lo que pide caminos crecientes) podríamos descubrir que tal vez la razón es dialógica (inclusive se habla de una razón situada) y ciertamente apasionada mas no meramente arrogante y expresiva. “Logos” es traducido como “razón”, “ratio”, en algunas ocasiones y, en otras, como “discurso” o “palabra”. Creo que vale la pena la consideración alterna al camino de la unilatelaridad de muchos posts o críticas en esta revista virtual, ejercicio ya bastante visto en la arena política actual, polite en lo similar o en la época electoral pero furibunda y temerosa de la primera discordancia de razones que tal vez piden más palabras (y claro que cuesta atravesarlas).

Va creciendo en mí la convicción de que a veces la mitad de nuestros lanzamientos-”discusiones” públicos son lenguajes en espera de una mayor articulación pues nos contentamos con el lanzamiento. Me parecería genial que consideraremos aún más las posibilidades de espacios como Gkillcity, que nos permiten escribir (y creo que eso da facilidad para asentar y pensar densamente temas) y tomemos con seriedad nuestras propias palabras e intereses averiguando hacia dónde nos pueden conducir si nos tomamos en serio y nos abrimos a la posibilidad de aprovechar el espacio público de opinión, para dar el paso, interminable, de una opinión enriquecida que a su vez permita articular nuevas prácticas (no hay Gangnam Style sin un contexto que lo comprenda). De lo contrario somos como lobos disfrazados de ovejas, algo así como un reencauche de lo mismo pero con palabras nuevas, como hijos malcriados de la modernidad, con estructuras que nos permiten ser vistos pero para no tener realmente más cosa que decir, que tal vez una nueva suma de adeptos, ejercicio válido, inevitable pero insuficiente si de cosas nuevas hablamos.

Podemos ampliar lenguajes. Tal vez haciendo honor a la capacidad propia del hombre, el habla, que le permite decidir y expresar, con los inevitables otros,  lo que considera y ha experimentado como lo mejor para su vida, aclarándolo (para sí mismo al expresarlo) o ampliándolo en el ejercicio deliberativo, aquel que se encuentra en su casa en espacios como estos.

*Cuando hablo de esto no me refiero a que el ejercicio de opinión pública nos lleve a un tipo de opinión uniforme sobre las cosas pero sí a una variación y enriquecimiento de las discusiones de cajón que luego nos contentamos con abanderar creyendo haberlas discutido por habernos limitado a aparecer.

lunes, 2 de abril de 2018

Eneas en el Inframundo

Pecados literarios reivindicados. 

Durante mis estudios de secundaria fui un alumno lector, pero no siempre fui un lector de aquello que formalmente nos tocaba leer. No recuerdo que se nos haya exigido leer la Eneida (sí algo de la Odisea) y debo admitir que, si se nos hubiera pedido que lo hiciéramos sin una buena promoción de su contenido, de seguro no lo habría hecho. En todo caso, la vida es sabia (o uno se vuelve atento a ciertas cosas) y los clásicos, pues son clásicos y te vuelven a tocar la puerta. 

Leyendo la Eneida me topé con estos versos (que luego descubrí llegarían a ser básicamente la totalidad del capítulo). 
Así pues, Eneas, asombrado y emocionado por el tumulto: «Dime, virgen -exclama- ¿Qué quiere el gentío de la orilla? ¿Qué buscan las almas? ¿Con qué criterio unas dejan las riberas mientras surcan otras las lívidas aguas con sus remos?»
Eneas y la Sibila, Jim Tierney

Estas preguntas las formula Eneas a la Sibila de Cumas, su guía, durante la visita al Hades. Me llamó la atención el recurso a la curiosidad ante la impresionante y conmovedora experiencia de visitar el lugar de los muertos. Virgilio, como luego lo hará Dante, no pierde oportunidad para relatarnos aquello que Eneas ve y todo lo que va experimentando durante el recorrido a este lugar tan caro a nuestros deseos e imaginación.

Al leer estos y otros versos vino a mi mente el viaje de Dante durante la Divina Comedia. No sabía que la inspiración o la forma del texto guardaba relación con la visita que hace Eneas al Hades. Al leer este capítulo me pareció comprender mejor por qué Dante nos presenta a Virgilio como su guía durante las dos primeras partes del viaje. Antes de leerlo suponía que su papel de guía tenía que ver con la admiración de Dante por la gracia literaria de Virgilio mas no con la inspiración que da este viaje. 

Eneas en el Inframundo. Jan Brueghel, el viejo (1600). Fuente: Letralia

*Virgilio, Eneida. Libro VI. Entre los versos 315 y 320 de la versión de bolsillo de Alianza Editorial. 

Entusiasmo

Hoy escuché decir que la palabra "entusiasmo", en su etimología quiere decir o refiere a "tener a dios" o "un dios" dentro. enthousiasmos. en (¿dentro?) + theos (dios). 

De acuerdo a la página Etimologías de Chile, uno de los usos de la palabra entusiasmo refirió al furor que embargaba a las sibilas al dar sus oráculos. 

Me alegró saber que efectivamente asociamos la palabra a esa alegría especial y curiosa que nos posee cuando algo nos interesa o con aquella que también asoma cuando hablamos de algo que dominamos y nos parece fascinante.

Me puse a checar alguna imagen/ilustración para acompañar esta descripción. La busqué tanto en español como en inglés pero vi que todas se quedan "casi" cortas. Se limitan a mostrar a alguien "celebrando" algo y, como acabo de decir, creo que el entusiasmo tiene más que ver con conocer, exponer o vincularse con un camino recorrido ante algo fascinante. Tal vez el problema es que la palabra refiere a una acción que requiere de una secuencia de actos para ser mejor expresada.

En la búsqueda de la imagen adecuada también encontré algunas imágenes referidas a la serie "Curb Your Enthusiasm" (que he oído decir que era muy buena, pero refiere a todo lo contrario "Detenga su entusiasmo").

Será la vía negativa por hoy.

Derecha e izquierda: Larry David, de Curb your Enthusiasm y Jimmy Kimmel. 
Capaz que Kimmel andaba de guest appeareance.

* Sobre las sibilas. De seguro llegará el día para hacer una entrada sobre ellas.

Adenda. Checo de nuevo la definición y, al ver la ampliación de ella, las cosas tienen más sentido. La entrada dice que el ia de enthousiasmos refiere a una cualidad. Asumo que, para el caso, es la visita del dios o el estar lleno de algo divino. La siguiente cosa a destacar es que asmos tiene que ver con actividad o doctrina. Así que ahí se entiende mejor que los dibujos no logren estar del todo adecuados a la palabra, requieren de la expresión de una actividad. Tocará buscar una viñeta.

Luciérnagas

Llénate los ojos con los tornasoles
que juegan sobre el río de lo bello;
es en vano pretender aprisionarlos.

Es alba que persigue tu deseo,
es música en que vibran las cuerdas de tu vida.

El vino con que se embriagan los dioses
no tiene forma, no tiene color;
está en los manantiales,
en los árboles en flor,
en la sonrisa que apunta
en el rabillo de un ojo sombrío.
Saboréalo libremente.

Rabindranath Tagore. Luciérnagas, Fragmento.