sábado, 31 de diciembre de 2011

Una vez más los lugares conocidos los lugares de soledad y de muerte los centímetros cuadrados de tortura los colores de la sangre hasta su último color de tierra

Una vez más el infinito combate las batallas las que se ganaron y esas humildes perdidas de las que no se quiere hablar

Una vez más los suspiros sobre todo los últimos y los primeros y los que están entre unos y otros una vez más el brazo sobre el hombro y el cuerpo sobre el cuerpo

Una vez más todo lo que una vez fue o muchas las pisadas de hoy en la marca de los pies antiguos una vez más la mano en el gesto iniciado e interrumpido y así sucesivamente

Una vez más la ida y el regreso y ahora la esperada fatiga entre dos altas montañas en un suelo de piedra donde la sombra de repente se queda mientras el cuerpo se disuelve en el aire

Así mirar apartado la propia sombra con ojos invisibles y sonreír por ello mientras la gente perpleja busca donde nada hay

Y un niño objetivo se acerca y extiende las manos hacia la sombra que frágilmente aún retiene el contorno pero no ya el olor del cuerpo sumido

Una vez más en fin el mundo el mundo algunas cosas hechas contadas tantas no y saberlo

Una vez más el imposible quedarse o la simple memoria de haber sido

Conforme se concluye que nada hay bajo la sombra que el niño levanta como una piel desollada

Saramago. el año de 1993. 30

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