Hay cosas que tal vez no cambian. Estaba en una reunión muy bonita y fraterna y dije: "el valor de un religioso en la sociedad actual es (y debe ser, pero estoy aburrido de los debes) el de buscar a Dios obrando en la realidad". No es una idea nueva, es una idea vieja y repetida hasta el cansancio en documentos internos actuales, pero creo que una idea escasamente vigente. Tampoco es una idea compleja, pero tal vez sí es una idea trascendente. Hubo silencio y, por los ecos posteriores creo, en algunos, comprensión. Hay ideas que orientan vidas y rescatan procesos, no son una línea más. Ideas que debemos recordar o al menos tener presentes si de religiosos se trata.
Momentos después, comiendo, alguien decía: "Los comunicadores y los guayaquileños con dinero son gente de los más superficial" y tuvo una pequeña perorata. Y yo pensé, horas después, al recordarlo: "Ahí vamos de nuevo. Adiós Señor, bienvenido enfrentamiento sin sentido, ideología, descalificación". Basta preguntar: "quien lo dice y por qué (e ir hasta el fondo)?" y se cae, pero qué pregunta dura. En todo caso, tal vez simplemente momentos. La vida, después de todo, es dinámica. Por qué no habrían de serlo las opiniones o las palabras dichas?
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