Hace unos días me topé con la mejor definición de ideología que he escuchado: "pensar desde una ideología quiere decir tomar una parte del todo y, desde ella, pretender explicar el todo."
De ahí se derivará que la explicación ideológica "no dé" para explicar la realidad que desea abordar y tienda a terminar en generalizaciones forzadas (utopías rosadas) que conducen a su escenario ideal que nunca se dará pero que se ofrece como respuesta insistente a los problemas tratados (en estos días veo que se cree que basta la libre iniciativa -no comprometida- del ciudadano en Latinoamérica, o sea, salir a la calle a protestar por alguna cosa, inclusive destruir pero nada más).
A la vez, se entiende la visceralidad con la que pretende excluir a otras personas que piensan desde lugares distintos. De ahí que una persona de derecha "cruda" no pueda lidiar con una persona de izquierda "cruda" y viceversa. En su sistema no entra el punto de partida del otro y viceversa.
A la vez, se entiende la visceralidad con la que pretende excluir a otras personas que piensan desde lugares distintos. De ahí que una persona de derecha "cruda" no pueda lidiar con una persona de izquierda "cruda" y viceversa. En su sistema no entra el punto de partida del otro y viceversa.
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