Llénate los ojos con los tornasoles
que juegan sobre el río de lo bello;
es en vano pretender aprisionarlos.
Es alba que persigue tu deseo,
es música en que vibran las cuerdas de tu vida.
El vino con que se embriagan los dioses
no tiene forma, no tiene color;
está en los manantiales,
en los árboles en flor,
en la sonrisa que apunta
en el rabillo de un ojo sombrío.
Saboréalo libremente.
Rabindranath Tagore. Luciérnagas, Fragmento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario