Pecados literarios reivindicados.
Durante mis estudios de secundaria fui un alumno lector, pero no siempre fui un lector de aquello que formalmente nos tocaba leer. No recuerdo que se nos haya exigido leer la Eneida (sí algo de la Odisea) y debo admitir que, si se nos hubiera pedido que lo hiciéramos sin una buena promoción de su contenido, de seguro no lo habría hecho. En todo caso, la vida es sabia (o uno se vuelve atento a ciertas cosas) y los clásicos, pues son clásicos y te vuelven a tocar la puerta.
Leyendo la Eneida me topé con estos versos (que luego descubrí llegarían a ser básicamente la totalidad del capítulo).
Estas preguntas las formula Eneas a la Sibila de Cumas, su guía, durante la visita al Hades. Me llamó la atención el recurso a la curiosidad ante la impresionante y conmovedora experiencia de visitar el lugar de los muertos. Virgilio, como luego lo hará Dante, no pierde oportunidad para relatarnos aquello que Eneas ve y todo lo que va experimentando durante el recorrido a este lugar tan caro a nuestros deseos e imaginación.
Al leer estos y otros versos vino a mi mente el viaje de Dante durante la Divina Comedia. No sabía que la inspiración o la forma del texto guardaba relación con la visita que hace Eneas al Hades. Al leer este capítulo me pareció comprender mejor por qué Dante nos presenta a Virgilio como su guía durante las dos primeras partes del viaje. Antes de leerlo suponía que su papel de guía tenía que ver con la admiración de Dante por la gracia literaria de Virgilio mas no con la inspiración que da este viaje.
Durante mis estudios de secundaria fui un alumno lector, pero no siempre fui un lector de aquello que formalmente nos tocaba leer. No recuerdo que se nos haya exigido leer la Eneida (sí algo de la Odisea) y debo admitir que, si se nos hubiera pedido que lo hiciéramos sin una buena promoción de su contenido, de seguro no lo habría hecho. En todo caso, la vida es sabia (o uno se vuelve atento a ciertas cosas) y los clásicos, pues son clásicos y te vuelven a tocar la puerta.
Leyendo la Eneida me topé con estos versos (que luego descubrí llegarían a ser básicamente la totalidad del capítulo).
Así pues, Eneas, asombrado y emocionado por el tumulto: «Dime, virgen -exclama- ¿Qué quiere el gentío de la orilla? ¿Qué buscan las almas? ¿Con qué criterio unas dejan las riberas mientras surcan otras las lívidas aguas con sus remos?»
Eneas y la Sibila, Jim Tierney
Al leer estos y otros versos vino a mi mente el viaje de Dante durante la Divina Comedia. No sabía que la inspiración o la forma del texto guardaba relación con la visita que hace Eneas al Hades. Al leer este capítulo me pareció comprender mejor por qué Dante nos presenta a Virgilio como su guía durante las dos primeras partes del viaje. Antes de leerlo suponía que su papel de guía tenía que ver con la admiración de Dante por la gracia literaria de Virgilio mas no con la inspiración que da este viaje.
Eneas en el Inframundo. Jan Brueghel, el viejo (1600). Fuente: Letralia
*Virgilio, Eneida. Libro VI. Entre los versos 315 y 320 de la versión de bolsillo de Alianza Editorial.
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