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jueves, 3 de marzo de 2016

Lecturas Enero - Febrero

Quickies con spoilers.

Primer intento de diálogo.
Las categorías (el conocimiento, el viaje, el amor y la muerte) las he tomado de las guías de Myriam Merchán, filóloga ecuatoriana y amiga que, a la vez, se inspira en el trabajo de G. Genette. El ejercicio está hecho al vuelo. Tal vez, en algún momento me pueda detener más. Tómese como una violencia desde el cerebro "reptiliano".

El libro flotante, Leonardo Valencia. 
El conocimiento. ¿Cuál es el conocimiento de Iván? Creo que lo puedo dividir en dos temas: La nostalgia por la ciudad perdida y el conocimiento de la forma definitiva de la amistad. La obsesión de Iván con el autor del libro flotante es sólo una manera de rememorar aquello que se ha quedado atrás de manera irremediable: sus años de juventud y plenitud en la ciudad de Guayaquil. La forma definitiva de la amistad la da Ignacio. Tal vez es el perdón que se esperaba. Iván parece decirle a Ignacio: quería tener una razón para volver. 

El viaje. El viaje de Iván es un apéndice del viaje de Caytran e Ignacio. Iván es un cronista. 

El amor. Se ama los viajes por el estero y los misterios que aturden y deslumbran. Los pasajes de los viajes por el estero recuerdan, por alguna razón, a las aventuras de Tom Sawyer. Hay un aire de juventud y libertad que Iván respira al rememorarlos. Ignacio parece amar el desconcierto. La hendidura de Guayaquil le devuelve su identidad y lo plenifica. 

La muerte. Del pasado. Este libro es una despedida y la puerta a una nueva vida. Iván se devela y puede cambiar, seguir con su vida.


El olvido que seremos, Héctor Abad Faciolince. 

El conocimiento. ¿Qué conocer Héctor? No conoce, nos dice lo que es el amor. 

El viaje. Hacia su padre. Este libro es un duelo y un homenaje.

El amor. Se revela en los detalles y la candidez con que se narran: "los besos sonoros de mi padre", "de cómo me esperaba con una sonrisa y no parecía esperar nada de mí. Yo ya estaba completo para él tal como era para él".

La muerte. Paradójicamente este libro da vida a todos sus lectores. Se convierte en una puerta siempre abierta hacia Héctor Abad padre. En el caso de Abad Faciolince, le permite mirar a su padre a la cara y  pareciera, volverlo compañero de vida.

La muerte nos visita a los lados, en los comentarios, en las amenazas, en el ambiente del Medellín de sus años de crecimiento.


 Y sigo con el buen Gombrich.

miércoles, 6 de enero de 2016

Hablando desde lecturas

Muchas cosas han cambiado desde la última vez en que verdaderamente me senté a escribir en este blog. Razones para ello hay muchas, aun existen, no las comprendo todas y... aburre intentar articularlas. Lo he intentado varias veces y siempre fallo, se escurren y se toman el espacio y el tiempo de escribir aquí. Tal vez simplemente no es su momento. Así perdí el lenguaje que me permitía escribir aquí.

Lo retomo con lecturas.  Las que hago bien, las que se quedan en espera, las que no vuelven. 

Libros que estoy leyendo:
He comenzado a leer "El libro flotante" de Leonardo Valencia. Lo tomé porque es un libro contemporáneo que se atreve a hablar con libertad de la ciudad de Guayaquil desde el lenguaje de la ficción. Me interesa mucho conocer cómo ve Valencia tiempos que yo siento que son de transición, una gran y vasta transición que estamos viviendo nuestros padres y nosotros.  La imagen de la inundación de la ciudad me pareció fascinante.


"La historia del arte" de E. H. Gombrich. Este libro lo buscaba desde hace mucho tiempo. Luego de conocer a grandes rasgos la historia de la filosofía occidental la temática del arte de Occidente apareció como un campo ahora sí abierto a una mejor comprensión. Gombrich se va a centrar sobre todo, en el arte comprendido como pintura, escultura y arquitectura, pero eso no le quita ser un una plataforma que permita acceder mejor a esta parte de nuestro mundo y las cosas en esta que aún dan forma al nuestro. Voy a comenzar el capítulo 6 ya y el libro es cada vez más fascinante y, ciertamente, muy bien escrito. Además, está lleno de ilustraciones que hacen sentir que la narrativa de Gombrich es como ir paseando a través de las obras y sus tiempos con calma y profundidad.



Libros que quiero leer próximamente:
"Reflecting Subjects. Passion, Sympathy, and Society in Hume's Philosophy". Jacqueline Taylor. Conozco a Jackie y me ha hecho la gran distinción de hacerme llegar su libro, publicado hace unos pocos meses. Hume es uno de los autores en mi lista de favoritos de la modernidad y deseo poder revisitarlo desde la lectura que Jackie hace de este. Puedo asegurar que será una de mis siguientes lecturas.

"Érase una vez el zorro y el erizo. Las humanidades y la ciencia en el tercer milenio". El ya fallecido Stephen Jay Gould. Gould forma parte de los mejores difusores científicos contemporáneos. En este texto toca un tema que me interesa de manera particular: los límites entre aquello que llamamos ciencia, concebida como información en datos claros y neutros, y su complejo vínculo con el mundo de las humanidades, esto es, aquel mundo que precede al del lenguaje especializado de la ciencia y en donde todo se mueve más de lo que parece, inclusive la propia noción de ciencia.