Hazle caso al virus.
Y léelo. Míralo. También: ámalo.
No estoy haciendo un chiste.
Contra la peste no hay combate.
La única salida de la peste es leerla y entenderla y abrir los ojos,
como muestra Homero, como muestra Sófocles.
Porque a eso vino y no se va a ir hasta que haya hecho lo que vino a hacer.
Y tú ¿qué le pides al virus?
.
Esa cosa diminuta,
invisible, como un puercoespín y una flor y una corona sin cabeza,
echando abajo la arrogancia de la riqueza,
burlando la falsedad del interés y los valores
y desmintiendo sus tiempos,
y borrando las fronteras entre los humanos.
Cómo no adorarlo.
Cómo no someterse y guardarse y, también, maravillarse.
*Carolina Sanín, Colombia. @SaninPazC
https://twitter.com/SaninPazC/status/1239787026293104640
https://twitter.com/SaninPazC/status/1239915663512285186
El texto publicado son dos cadenas de tweets que ví a Carolina Sanín, escritora colombiana. Las edité un poco más para que dieran una impresión de verso en donde eso se perdía. Las publico porque me resonaron y maravillaron. Hasta sus tweets no había imaginado este tema de ese modo. Mi cabeza se fue hacia otras imágenes de obras literarias: La peste, ensayo sobre la ceguera, la máscara de la muerte roja. Sin embargo, el modo en que lo dice me recordó a la que ocasión en que leí la aparición de La Fama en La Eneida de Virgilio. Me cautivó ver las cosas desde esa forma y con esa fuerza.
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