Dentro de este ciclo de reuniones tuve varias inquietudes:
Había escuchado de esta joven vía Twitter, uno joven sueca a la que se estaba volviendo muy visible en las redes sociales como adalid juvenil de las inquietudes en torno al medio ambiente pero, sobre todo, como adalid de reclamos a gobiernos y líderes políticos por su compromiso poco visible o aparentemente soso con este tema.
La lucha por el cuidado y atención al medio ambiente es contemporánea. Las referencias que rodean mi atención al tema vienen de varios lados durante los últimos años: en mi historia de vida comienzan con los documentales de Jacques Cousteau y los dibujos animados del Capitán Planeta, luego con inquietudes respecto a la idea de Dios como creador de la diversidad que nos rodea o las palabras de Ignacio de Loyola cuando se refiere a la creación como algo que Dios puso a disposición de los hombres. De manera más reciente y general, recuerdo la aparición de Al Gore en el hace unos años controvertido "An Unconvenient Truth", la aparición de la agradable y autocrítica Wall E o Río a nivel audiovisual, las palabras del Papa Francisco en su carta Laudato Si -sobre lo que elocuentemente llamó "la casa común"-; la creciente lucha virtual entre personajes como Donald Trump y los científicos de su país (tengo presente al divulgador científico Bill Nye) y, a nivel local, a los Yasunidos vs Rafael Correa y la demanda contra Chevron Texaco (con "muertos y heridos" en medio de un enredo político colosal).
Más recientemente el tema se ha destapado por la visibilización de graves incendios provocados en la Amazonía brasileña. Este último incidente ha generado la aparición de una fuerte suspicacia sobre las personas que abogan por uno u otro lado de la cuestión. Del lado de los "derechosos" se preguntan: ¿por qué solo se habla de Brasil y no de Bolivia? Del lado de los "izquierdosos" se preguntan: ¿por qué se empeñan en echar por tierra la preocupación por el problema ambiental? Greta Thunberg llega como un nuevo rostro en este movimiento de discusiones y tensiones mundiales. Se muestra o la muestran como el rostro de la juventud. Pero, ¿quién es?
Trabajo con jóvenes y no siempre hallo en ellos una gran conciencia de uno u otro tema. Generalmente los encuentro guiados por un adulto que amaba algo y lo compartía con ellos o por adultos que pretenden utilizarlos como punto de desfogue o vehículo de sus propias convicciones. Esto me hizo sentir suspicacia sobre la muy individual aparición de Greta en el escenario y motivó el deseo de conocer más sobre ella y la agenda del movimiento que lidera. Sí, Greta se cansó de lo que veía (dicen que un suceso local desencadenó su reacción) y un día salió, tomó un cartel y se sentó frente al parlamento sueco a expresar su descontento. El cartel decía "huelga escolar por el clima". Leí que entre las peticiones de Greta se mencionaba su deseo de que su país se alineara con el Acuerdo de París ( 2015, 2016 cuyo objetivo es reducir las emisiones de CO2 que contribuyen al calentamiento global). Luego, elaboró un slogan de su forma de protestar: "Fridays for Future" y se armó el revuelo. Desde esa información, presentada ahora de forma comprensible y ordenada, concluí que Greta había dado en el clavo: era joven (un nuevo actor visible), había protestado con un gesto claro (velar fuera del parlamento) y lo había hecho con un mensaje sencillo y con gran poder de convocatoria ("viernes por el futuro").
Desde esa perspectiva las cosas tenían sentido. Ahora bien, por la experiencia anterior y lo controvertido del tema (a todos nos interesa el medio ambiente, la pregunta es cómo tenemos cuidado de este), quise saber más. Greta ya tenía ganada la calidad de símbolo que convoca, pero 1. ¿a quiénes convocaba? ahora eran miles y es claro que hay muchas posturas sobre el tema, 2. ¿se limitaba a lo anterior su mensaje o había sido aumentado y modificado? e indagando en el símbolo, ¿quién sostenía a una adolescente en este modo de protestar?
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