Sólo cuento con la voz
para deshacer el nudo de la mentira,
la mentira romántica que anida en el cerebro
del vulgar hombre sensual
y la mentira de la autoridad
cuyas construcciones se alzan hasta palpar el cielo;
no es cierto que exista el Estado
ni nadie existe solo...
*Fragmento, visto por ahí.
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