sábado, 20 de octubre de 2018

Preguntas para Gabriela y Fabricio


Saludos, Gabriela y Fabricio,

Los considero expositores de lo que sería un pensamiento de "derecha" y de "izquierda". No los leo de manera religiosa, pero suelo poner atención a sus opiniones y comentarios. Ahora bien, en ellos noto algo que no me termina de convencer: las perspectivas de ambos siempre suelen referir a temas públicos que, si bien son relevantes y es su campo de opinión, no me terminan de convencer en cuanto a la complejidad de problemas que pretenden resolver. A la vez, sus "escuelas" parecen llevar a la inevitable tarea de decidirse por una de las dos y, mirando el panorama nacional, dudo que eso llegue a darse algún día.

Ahora bien, no me decido por la anarquía y miro las cosas desde una perspectiva de "capacidad ciudadana". Desde ella no me gusta limitarme a creer que mi rol es "informarme", "controlar"  y "elegir" entre la mejor opción o limitarme a ser ético desde "el rol" y "escuela" en la que esté. Siendo así mis preguntas para ustedes son: 

·         ¿Qué lugar, lo más concreto posible, dan al rol del ciudadano en su perspectiva? 

Desde mi perspectiva los tomo por referentes claros de estas dos ideas: la libertad individual, como algo más marcado en el pensamiento de derecha y la justicia social (en un plano de "hermandad o compasión") como lo más marcado en el pensamiento de izquierda (no voy a discutir cuánta carga de humo tiene cada una al hacerlo). Mi manera de conectar con estas dos buenas ideas de sus escuelas es llevar adelante iniciativas que cumplan con estas motivaciones en mi vida personal y ante los problemas que percibo en la realidad social que uds comentan. Aun cuando son iniciativas pequeñas siento que me va bastante bien conectando con los problemas e intuiciones a los que uds atienden pero, a la vez, percibo que los ciudadanos alineados a sus pensamientos no están cerca de prácticas de este estilo porque ustedes no tienen mucho que decir al respecto. Como si les dieran un rol que les permite una cierta distancia. Esta distancia me preocupa cuando veo todo lo que hay por hacer, desde una perspectiva ciudadana, y también cuando noto cómo esta distancia cobra su precio cuando estallan problemas mayores -que llevan a guerras de opinión que terminan en la generación de ambientes sociales polarizados (que, a la vez, "acabado el problema", regresan a esperar la utópica victoria de uno de los dos)-. De ahí a que los invite a decir o aclarar un poco más cuál es el rol de los ciudadanos en su perspectiva.

·         Dado que considero imposible que se llegue al reinado pleno (o inclusive suficiente) de una de sus dos formas de pensamiento ¿cómo creen que se puede convivir o crear condiciones de estabilidad dado el pensamiento entre estos dos extremos que "sus" "escuelas" generan y que de manera inevitable vuelven (y volverán) a germinar en nuestro imaginario social? 

Ojalá se le "midan" a responder a estas preguntas. Les quedaría muy agradecido.

1 comentario:

  1. Nota:

    Gabriela respondió con un simple "no me considero de derecha, soy liberal". Tal vez lo tengo bien merecido por no formular mejor la pregunta. Aunque creo que pudo haber hecho un mejor esfuerzo. La pregunta no era de qué lado estaba sino, estando en estos dos grandes imaginarios del país (¿comillas como generalización?) y viviendo la situación de precariedad en que vivimos, ¿qué puede hacer un ciudadano desde el lugar en el que estén?, ¿cómo se lidia con un contrario que tampoco escucha? Su respuesta, en cierto sentido, me pareció religiosa: se va al lugar seguro del credo liberal. Yo también soy liberal y veo ese problema. Era necesario aclararlo? Regresé para hacer aclaraciones pero ya no respondió.

    Del lado de Fabricio la respuesta llegó por DM. También dijo que definirlo como de izquierda era impreciso (¿es tan difícil entender el uso de las comillas como aproximación o generalización?). Dijo que él deseaba las políticas sociales de europa nórdica para Ecuador. Se extendió un poco más en su respuesta, lo cual agradecí, pero tampoco respondió ninguna de las preguntas. Cuando insistí en ello su respuesta regresó al ciudadano que retraté como insuficiente.

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