martes, 26 de septiembre de 2017

El Pueblo

De paso porque no hay más, pero hay que decirlo.

Una palabra muy gastada y, sin embargo, desconocida. En Ecuador se alude al "pueblo" para decisiones democráticas. Se considera, sin embargo, al pueblo, muy a la manera nuestra, desde la magia y dignidad que creemos que la simple enunciación de la palabra pareciera dar. Pero... ¿Qué quiere decir pueblo desde una perspectiva no demagógica?, ¿Cuáles son los requisitos de un "pueblo" democrático serio? Ese pueblo al que se invoca (y decide) pero que aun no somos (somos un amasijo de intereses mezquinos y distantes, aun como animales que se gruñen con temor, que acuerdan algo y salen corriendo aun) y para lo que no veo un esfuerzo espontáneo de construcción. ¿Dónde está todo el mundo?

No hay pueblo si no hay un lenguaje común. No hay lenguaje común si no se toma en serio que todos valemos algo y que participamos, nos guste o no (¡es inevitable!) en la construcción o continuación de una forma de ser y hacer.

Hay algo en ese "unos sobre otros", en ese otro "unos a pesar de otros" que es una omisión importante.

Pero este texto no busca explayarse en percepciones. Estas son solo el punto de partida de más información a comparar. Tal vez algún día tenga ya los insumos suficientes para decir algo que merezca la pena escuchar. Por ahora solo percibo la anomalía y me esfuerzo por conocer lo suficiente para entender mejor y tener algo que decir al opinar.


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