Registro para volver:
Buscando una imagen de Leibniz para mis clases, vine a dar con el origen de los Google Doodles.
Dejaré el link de esta simpática publicación acá. https://doodles.google/about/
Mural de recorridos, búsquedas y visitaciones.
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De esas citas para volver:
“A Léon Werth
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona grande. Tengo una buena excusa: esta persona grande es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona grande es capaz de entenderlo todo, incluso los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona grande vive en Francia, donde pasa hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Y si todas estas excusas no son suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.)
Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A LÉON WERTH… cuando era niño.”[1]
*Antoine de Saint Exupery, El Principito.
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito)1 están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aqui ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la Tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el Sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo; aunque mi modestia lo quiera.El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro porque las noches y los días son largos.Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos). Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta oAhora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya veras cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.No sólo he imaginado esos juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce (son infinitos) los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes. La casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce (son infinitos) los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado Sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el Sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que, alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?El Sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió."
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Vale mucho más que las perlas.Su marido confía en ella y no le falta nunca nada.Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida.Adquiere lana y lino y sus manos trabajan a gusto.Es como nave mercante, que importa el grano de lejosSe levanta siendo aún de noche y da comida a su familia y tarea a sus criadas.Examina un terreno y lo compra; y planta una viña con el fruto de sus manos.Se ciñe la cintura con firmeza y despliega la fortaleza de sus brazos.Cuida de que su negocio marche bien; y aun de noche no se apaga su lámpara .Extiende la mano para hilar y con sus dedos fabrica el tejido.Abre sus palmas al necesitado y extiende sus manos al pobre.Si nieva no teme por los empleados, porque todos llevan trajes forrados.Confecciona mantas para su uso, se viste de lino y de púrpura.En la plaza su marido es respetado cuando se sienta entre los ancianos del pueblo.Teje sábanas y las vende. provee de cinturones a los comerciantes.Está vestida de fuerza y de dignidad, sonríe ante el día de mañana.Abre la boca con sabiduría, y la ley de la clemencia está en su lengua.Vigila lo que hacen sus empleados, no come lo que no ha ganado.Se levantan se levantan para felicitarla, su marido proclama su alabanzaMuchas mujeres han dado prueba de lo que valen, pero tú las superas a todas.Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura; la mujer que respeta al Señor, esa será alabada.Felicítenla por el éxito de su trabajo,que sus obras la alaben en la plaza.
El registro o compartir sobre las cosas que uno lee o investiga es un poco más difícil, pues esa lectura y búsqueda es constante y dispersa (las fuentes pueden ir desde memorias, apuntes, lecturas hasta vlogs). De ahí que toma tiempo ordenar las ideas destacadas y generar apuntes o mejor dicho, no solo apuntes, sino algo ordenado y concreto que valga la pena compartir. Desde esta pausa comparto retazos de esa vida que también existe y que trato de compartir por aquí.
Lo que ven son dos mapas de apoyo: uno sobre Grecia y otro sobre Roma a la luz de la revisión que estoy haciendo sobre ambos. Responden a una inquietud o luz muy concreta: al hablar de cualquiera de los dos lo común es referirse a ellos como "Grecia" y como "Roma" de manera muy general. En el mejor de los casos "Grecia" es Atenas (y democracia, filosofía, teatro, etc.) y Roma, etapas históricas o personajes.
La idea de Paul Cartledge de contar Grecia desde once ciudades activó la inquietud de estos mapas. ¿Qué es Grecia más allá de Atenas y Esparta o un grupo de ideas e instituciones?, ¿cómo conocerla desde particularidades que me permitan identificar mejor información, personajes, motivaciones, períodos? Antes ya he hecho mapas sobre estas regiones, sin embargo, en este caso, destacar ciudades y provincias me dio un asidero que sentí más relevante.
Por ejemplo, entender a Grecia como un grupo de polis destacadas me llevó a entender mejor o, al menos, situar en mi imaginación, la fuerza de su interés por la libertad administrativa y política que tan cara le terminaría resultando con el tiempo (como posible nación, porque por el lado de su impacto en el mundo les estaremos agradecidos por siempre).
Desde que tengo carro ha sido muy difícil sacar el tiempo para continuar haciendo mis esculturitas con plastilina. Antes lo hacía sentado o hasta de pie en los buses de la ciudad (con el mérito de que nunca me robaron). Sin embargo, eso no significó que no pudiera continuar. En menor ritmo, pero continuar al fin y al cabo.
Comparto este busto de Yaya, nuestra perrita, en versión de plastilina. Esta vez con la novedad del agregado de colores (¡es la primera!). Fue grato notar cómo estos animaban aun más esa creación. (Además, me facilitó el trabajo del realismo de los ojos).