martes, 31 de julio de 2012

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En tanto no recojas sino lo que tú mismo arrojaste,
todo será no más que destreza y botín sin importancia;
sólo cuando de pronto te vuelvas cazador del balón
que te lanzó una compañera eterna,
a tu mitad, en impulso
exactamente conocido, en uno de esos arcos
de la gran arquitectura del puente de Dios:
sólo entonces será el saber-coger un poder,
no tuyo, de un mundo.

Gadamer citando a Rilke en Verdad y Método.

lunes, 16 de julio de 2012

El problema del Juicio


Una colaboración a Gkllcity, hace dos semanas aprox. Le agregué un autocomentario que me parece completa más lo dicho. Demasiados subcomentarios en el texto pero ahí fue.
(Comentarios críticos y peregrinos a dos numeritos de la encíclica En la esperanza fuimos salvados de Benedicto XVI)
En su Encíclica "En la esperanza fuimos salvados" el Papa Benedicto XVI deja escapar una reflexión interesante sobre un imaginario cristiano siempre en boga: el tema del Juicio Final. Digo siempre en boga porque en el fondo, al discutir política o religiosamente al menos, parecemos hablar con la convicción de que alguien está errado a muerte sobre el tema discutido y que nosotros, los representantes de la super verdad estamos en la correcto (seculares o no). Ejemplos recientes de estos puntos de vista pueden creo que ser vistos en las palabras del Padre Paulino, o la defensa del Dr. Macías Carminiagni a éste (o en el campo político…aún). Bueno y malo últimos y definitivos y un terrible peligro acechando (¿con el fin total?).
Pero regresemos. En los números 46 y 47 http://es.catholic.net/sacerdotes/237/2477/articulo.php?id=34115
Benedicto XVI plantea una reflexión sobre el clásico imaginario cristiano del Juicio final. Esta vez el Papa no utilizará la imagen de Cristo y los bandos de justos y pecadores a izquierda a derecha del juez. Se mantendrán, sin embargo las imágenes, de Cristo como juez y la palabra "fuego". Para la reflexión dice partir de “algunos teólogos contemporáneos”.
Si bien el Papa mantendrá y tomará de ellos la imagen del fuego, ahora hablará de pasar "como a través del fuego". Parece no decir mucho, pero pasar a través del fuego no es lo mismo que quedarse por siempre ardiendo en el fuego. Dejo este espacio para reflexión más personal. Personalmente creo que es muy hondo. Algunos me dirán, bah, qué tontería, ahora no me quemaré por siempre pero igual me quemo si hago algo diferente al "plan de Dios" (en el clásico "eres libre, pero…" en versión matizada). Pero a mí me parece ver que la última (o primera) piedra de la Iglesia, comienza a decir cosas grandes*.
Benedicto XVI planteará la imagen del juicio y del fuego como el encuentro con la mirada de Cristo. Su mirada se presenta como el fuego purificador que nos muestra quiénes somos realmente (es un imaginario discutible por supuesto). De esta manera resolverá un problema cristiano grande: justicia y misericordia. Eso trata de responder a la pregunta: si sigo los mandamientos de Dios por concederme una mejor vida y la aspiración a una vida futura y para esto paso muchas tribulaciones e incomprensiones, bien por mi pero, ¿qué pasa con quien hizo todo lo contrario? Y no nos quedemos en el purismo moral** (no juré, no maté, etc.): ¿qué pasa con quien le quitó la vida a algún ser querido?, ¿a mucha gente?, ¿pasa de “gratis”? En tal mirada, de acuerdo a la imagen que plantea el Papa, la persona sabrá que teniéndolo todo optó por degradarse y dañar (resumo mucho, mejor vean sus palabras), y, sin embargo, se encontrará amada y esperada. Conocer su degradación ante los ojos del amor sería su “fuego”.
A la vez el Papa dice que en esa mirada se cumple la palabra Misericordia porque en esa misma mirada y reconocimiento se da una purificación: saber que a pesar de toda la mugre de la que me haya querido cubrir, soy recibido y amado como el más amado de los hijos. Lo grande es que  parece decir que todos seremos bienvenidos. El Padre del Hijo Pródigo parece asomarse como lo que siempre entendimos y todo el mundo se enredó en explicar en nuestra infancia (¿y aun?).
Para que esto se entienda mejor, entre seculares, debo recordar que, a diferencia de lo que parecemos haber aprendido, estos son Imaginarios cristianos que tratan de explicar aquella esperanza; a la vez, CREO YO tratan de resaltar qué tipo de vida ha comprendido el mensaje cristiano (para quien esté buscando). Antes que una imagen literal los entiendo como un modo de comprender, expresar y aproximarse a una experiencia y modo de vivir (¿cuál es el problema?, ¿quién me persigue?). ¿Qué tan presente tenemos esto los cristianos? o entre seculares, ¿qué tanto sigue pesando esta imagen antigua del fuego eterno que creemos haber abandonado? Me parece contradictorio que nada que salga de la boca de Benedicto o de la Iglesia pueda ser bueno, como si fuera “the devil” (Kathy Bates, the Waterboy) al revés. Vaya apertura y criticidad. Igual que un cristiano perseguidor de brujas con un cartel de “secular” encima y una consigna diferente. El comportamiento, igual.
Pero para no quedarme ahí. Creo que en textos como éste comienza a surgir a nivel institucional en la Iglesia un problema que se va definiendo en nuestros tiempos y que muchos en este sitio hemos comenzado a explorar de una u otra manera: El problema de la valoración moral propia y colectiva (s). Detrás de las reacciones del P. Paulino o el Dr. Macías C veo una reacción. Un modo de valoración de la vida se ha encontrado con posturas que parecen removerlo (¿nuevos modos de valoración en ciernes?). Si bien su reacción es molesta para muchos, expresa algo importante: un modelo de vida buena. La pregunta que nos toca ahora es cuál es el actual y si somos capaces de dialogar o decir gracias a los antiguos y encontrar alguna cosa que rescatar en ellos.
Sin embargo, creo que hay pocos ojos en esto. Parece preferirse repetir el grito antiguo y copiar el proceder pero con cartel nuevo. En todo caso, más que censurar, deseo mover la atención hacia allá, el problema de la valoración moral. Los exabruptos para mí, tales como los de Paulino y Macías C. son modos de expresar que algo importante pretende ser tocado. ¿Qué vamos a poner en su lugar?
Si somos modernos y liberales hablaremos de la igualdad y dignidad de todo individuo y su capacidad de auto determinarse. Pero ¿realmente nos creemos esto?, ¿realmente procedemos como tales? o ¿hemos heredado las luchas de otros y aun no tenemos claro lo que nosotros queremos construir? No me convencen los gritos de “sí a todo”. Creo que la emoción es la vanguardia de las ideas pero luego hay que dejar bajar la espuma y ver con qué nos quedamos. Eso se llama apropiarse de lo que creemos pensar y aventurarse a ver si nuestras ideas no tienen más componentes que merecen ser decantados, separados y escogidos. Esto para el caso de adopción reciente. Creo que hay preguntas para católicos y seculares más allá de organizarse a hacer una defensa en pro o en contra. Eso está muy bien, pero ganada o perdida una batalla, ¿qué hacemos para aclarar nuestras ideas en torno a una situación como ésta y cómo expresamos con otros nuestro punto de vista? O ¿nos basta con ganar o perder la batalla? Y así hasta que por presión se logre una u otra cosa.
Pienso que la atención a los modos de valoración moral nos puede ayudar a bajar un poco la espuma y mirar que de una u otra manera todos estamos buscando lo mejor. Si aprendemos a mirar y rastrear lo que deseamos más tal vez seamos capaces de dialogar mejor.
Creo que este texto de Benedicto, o al menos estos números, pueden ser una invitación a pensar. Tal vez aun nos mantenemos en una noción de posibles errores eternos (“adopción por parte de homosexuales”) y posibles verdades salvadoras definitivas (“es obvio que cada uno puede hacer lo que quiera”). Si el tan vapuleado Benedicto XVI ha podido decir (o insinuar) algo como esto, la bienvenida de todos, ¿no nos tocará a nosotros aprender a mirar mejor las maneras en que hablamos y procedemos y construimos lo que deseamos? La comprensión cristiana “oficial” parece moverse***, ¿nosotros, cristianos o seculares, seguimos parados en lo anterior?
Después de todo, seguimos estando los mismos sobre la misma ciudad y alguna cosa tendremos que hacer si queremos salir adelante y hacer cosas mejores o al menos diferentes.

* 1. Creo en la pluralidad de instituciones y en las diferentes velocidades de éstas como algo que puede resultar enriquecedor.
2. Sobre la segura polémica de citar palabras del Papa como positivas. Creo que una persona realmente liberal o simplemente “racional”, como se pretende llamar ahora lo “correcto”, puede dejar de ver demonios en otras personas e instituciones y tomar lo bueno que aquellas guardan (y ser crítico, etc.).
** Atosigante en nuestra tierra y ciego a otros problemas de justicia social que también tendrían que ver con el evangelio.
*** En torno a este tema sin últimas palabras. Al inicio el Papa nos recuerda que nosotros CREEMOS y no tenemos una certeza de la otra vida. En todo caso, sólo quería hacer esta precisión para quienes creen hablar con Certeza sobre lo que es Creencia y convicción que, en el mejor de los casos, deseamos adoptar y nos enriquece como seres humanos abiertos a Dios y lo que su Hijo nos quiso mostrar.
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Y el comentario:


Y, sin embargo, ¿qué son los mandamientos sin el mandamiento del amor? Pero eso da para seguir hablando y ya fuera del tema planteado aquí, pues siguiendo a Cristo se descubre que en el fondo el amor no se manda, nace. El Juicio como metáfora es la manera de decir si no ves esto no estás comprendiendo. Pero parece que hemos preferido usarlo como allá va todo el que no sigue ciegamente, olvidando que el Señor dio el paso de siervos a amigos.

Los mandamientos son un proceso previo del pueblo de Israel y su comprensión de Dios. Hasta donde entiendo respondían a cosas que como pueblo fueron descubriendo. Respondían a unas preguntas y un modo de vida. Luego viene Cristo y los "completa". Pero eso que lo expliquen los que han estudiado de estos temas. Entro a temas que veo que rozan lo dicho pero en los que no poseo suficiente información. Ciertamente hay literatura católica seria sobre estos temas en librerías católicas. Con esta pregunta quería resaltar que, si uno ve los mandamientos por los mandamientos, a mi modo de ver, se está perdiendo de lo más importante y con razón fácilmente terminamos enarbolando banderas y lanzando piedras hablando en nombre de quien fue mensaje de Dios y reconciliador.

Que la perspectiva que propone el artículo sea un modo de examinar modos de proceder cuestionables cargados de taras históricas y también de hermosa y compleja naturaleza humana.

viernes, 6 de julio de 2012


Fairy tales, then, are not responsible for producing in children fear, or any of the shapes of fear; fairy tales do not give the child the idea of the evil or the ugly; that is in the child already, because it is in the world already. Fairy tales do not give the child his first idea of bogey. What fairy tales give the child is his first clear idea of the possible defeat of bogey. The baby has known the dragon intimately ever since he had an imagination. What the fairy tale provides for him is a St. George to kill the dragon. Exactly what the fairy tale does is this: it accustoms him for a series of clear pictures to the idea that these limitless terrors had a limit, that these shapeless enemies have enemies in the knights of God, that there is something in the universe more mystical than darkness, and stronger than strong fear.

G.K. Chesterton (o el hombre más lúcido que he leído).

miércoles, 4 de julio de 2012

Si se trata de subir, se sube al revés.
Si hablamos de lo sagrado tal vez no es lo intocable, sino lo indestructible. Lo que nunca deja de brillar y siempre muestra algo más.

Si se trata de libertad, tal vez tiene que ver con que el mundo cada día se vuelva más nuestra casa y las personas, personas.

Y de la vida, con que se afirme más, múltiple, en torrentes, diversa, ligera, plena, misteriosa, llena de gracia, frágil, naciente y arrugada, imposible de nombrar y decir en totalidad.

Examined Life - DVD-Trailer

domingo, 1 de julio de 2012

Edith Piaf - La Vie En Rose

Conal Fowkes - Let's Do It (Let's Fall In Love), Midnight In Paris OST

Muestras,

Del curuchupismo vigente. Y eso que Colombia parece más plural. Me refiero a las encuestas de popularidad de mandatarios. La reforma de la Justicia se cayó hace unos días y lo primero que salió en el periódico fue que la popularidad del mandatario, debido a esto, había caído. ¿Detrás entonces que hay que volverla a ganar a como dé lugar? 

Es la impresión que tengo. De ser así, nuestro medios muestran un ejercicio cuestionable. Una cosa es que una encuesta me dé qué pensar, otra cosa que yo deba desesperarme por mejorar mi imagen en ella de cualquier manera o diciendo algo que "calme" a la gente. El ejercicio depende de mí pero el medio parece querer apuntar hacia allá (ni hablar de los comentarios de muchos analistas políticos). 

Suelo encontrar en mí que tal vez las emociones y reacciones que suscitan ciertas cosas hay que dejarlas ser un momento y luego comenzar a buscar. Si le tengo miedo a las reacciones de la gente y pretendo agradar de manera inmediata no sólo que me falseo sino que me pierdo de un ejercicio importante de aprendizaje: afrontar el error o la pregunta y tratar de resolver la necesidad que llama, si es que se puede (pues a veces también cabe devolver la pregunta al "juez" o "jueces").

Cuando se pretende mostrar esto como algo tan simple, subir o bajar puntos de un día para otro (y el hecho de tener que recuperarlos porque si no "todo se cae"), es difícil creer que podamos procesar lo que vivimos. 

Cuando tomamos en serio ejercicios tan simples, ¿estamos buscando llegar a un estado de perfección que no se mueve?, o sea "el Reino de los cielos" (mal entendidos), la ciudad o país donde nada pasa porque vivimos en perfecta "paz". Paz como la de un cuerpo muerto por cierto (y ni eso porque hasta el muerto se descompone). 

Sobre esto creo que Calvin y Hobbes tienen mucho por aportar ahí. En primer lugar porque su papá me parece sensato. No está desesperado porque Calvin esté todo el tiempo contento con él. En segundo lugar porque Calvin, dado que es un niño, se comporta como un niño, acepta que su papá está sobre él y lo quiere convencer de cambiar (a su gusto). Nosotros, cuando apuntamos a esta expectativa de que otro mantenga su popularidad porque si no todo se cae, no estamos diciendo algo de la etapa en la que nos encontramos? ¿Por qué esa desesperación que queremos hacer llegar al otro _que creemos haber puesto por arriba?, ¿nuestro papel es simplemente acudir a decirle a papá que la va a embarrar/ la está embarrando y nada más? Creo que no, pero parece que fuera la moneda común y repetimos datos pero jugando el mismo juego. Este ejercicio realmente es simple. Un poll, en lo que considero normalidad trivial, es sólo un factor a considerar del que pueden nacer preguntas para muchos. De lo que converso algunas veces y veo en televisión en cambio parece ser aquello que utilizamos para lanzar a los demás.

Para cerrar, ¿las personas que más admiramos, estaban tan pendientes de esto (desde arriba o desde abajo)? Creo que la respuesta es no. Uno no es un niño por siempre y vaya que eso también ha sido una cosa muy buena. ¿Qué nos dice eso sobre nuestro modo de proceder como ciudadanos?

El segundo ejercicio perceptible es la adolescencia de los bandos y el fethicismo de ser siempre impolutos ("ajá!, te contradices!"). Pero de eso ya se ha hablado alguna vez (http://porelcaminodeagua.blogspot.com/2012/01/dudas.html) y de seguro habrá nuevas ocasiones para hacerlo.